Elecciones 9M

A mí que todo esto me suena...

Salomé García

La noche del 3 de marzo de 1996, en las puertas del PP en la calle Génova, los entusiastas celebraban la victoria de Aznar al grito de "¡Pujol, enano, habla castellano!" La xenofobia desatada por la euforia tenía su lógica. Los líderes del PP llevaban alimentándola con virulencia los tres años de gestión de Felipe González con apoyo de CiU.

Breve recordatorio: los malvados nacionalistas (los de fuera de Madrid) apoyaban al Gobierno para llevárselo crudo; en Euskadi eran equiparables a ETA; en Catalunya, el castellano sufría serio peligro de extinción.

El PP repite ahora esa estrategia: ha vuelto a inventarse una persecución del castellano que necesita la firme intervención de Rajoy y su oferta de rescatar el idioma de Cervantes.

Pero esta vez no cuela. Todos recordamos que Aznar pasó de aquel canto xenófobo a hablar catalán en la intimidad, que el ministro Rajoy (Educación) no encontró un motivo para impugnar la inmersión lingüística en Catalunya, ni exigió a Fraga desterrarla de Galicia; que fue el PP quien culminó las "desigualdades" cuando transfirió la competencia de educación incluso a las autonomías que no la querían. Y que, caso de ganar el 9-M, Rajoy empezará a ensayar el "Visca Catalunya!" hasta que le quede creíble.

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