Al piano

Mirar a los ojos

Isabel Franco Carmona

- De cada reunión del Partido Popular con el resto de fuerzas siempre sale la misma pregunta: ¿Cuántos escaños me quedan para una mayoría de síes? Pero nunca se habla de propuestas.

- El acuerdo de Rajoy y Rivera hace pensar que en la base del entendimiento de estos dos partidos hay una única negociación real: ¿Cómo y cuándo acabar con las pensiones públicas y entregárselas en bandeja los bancos?

- Es un momento crucial para nuestro país. El PSOE puede y debe dar el paso y explorar nuevas vías. Queremos hablar de nuestro pueblo. Y queremos hablar desde la complicidad de quienes, se supone, tienen objetivos comunes: Mirando a los ojos, sin mentiras.

 

Durante la campaña electoral del 26 de junio ya había voces que decían que si el Partido Popular aumentaba sus resultados, a finales de Julio tendríamos un gobierno liderado por Mariano Rajoy. Así mismo lo confirmó el líder del PP, quien tras unos resultados electorales que ni siquiera ellos esperaban, dejaba entrever que a mediados de julio tendríamos la primera votación de investidura. Estamos en agosto y aun no hay una fecha cerrada. Ni en la primera fecha anunciada, ni en la segunda, esta misma semana, ha intentado Rajoy la formación de gobierno. Y que aún no sabemos ni siquiera si en septiembre afrontará el debate parlamentario para su investidura.

De cada reunión del Partido Popular con el resto de fuerzas siempre sale la misma pregunta: ¿Cuántos escaños me quedan para una mayoría de síes? Pero nunca se habla de propuestas. Nunca nos dicen para qué quieren gobernar, sólo hablan de aritméticas torcidas, de número de escaños y votos a comprar con acuerdos desconocidos.

El presidente en funciones que tan rápidamente se escondió tras el 20D cuando Podemos planteó una alternativa de gobierno, corre ahora como pollo sin cabeza buscando de partido en partido apoyos parlamentarios. Desorientado, Rajoy no sabe si sube o baja una escalera hacia la tribuna para presentarse a la investidura.

Su socio más previsible, Ciudadanos, no se encuentra ni a sí mismo ya que tiene la mirada fija en su propio ombligo. Todo es simple táctica electoralista y mercadotecnia en este nuevo/viejo partido. Son la estrategia de las elites económicas de este país para continuar con el desfalco cambiando de marca política. Rivera y su banda han pasado del "no a Mariano Rajoy" a la abstención técnica, ya veremos a cambio de que. Los firmantes de aquel extravagante pacto con el PSOE en febrero, se han instalado ahora en la súplica al PSOE para que éste se abstenga, implorando desde todos los rincones un gobierno al servicio de los mismos de siempre. Desde las ruedas de prensa de los portavoces de Ciudadanos, pidiéndole al PP que convenza al PSOE, e incluso haciendo un lamentable ruego al Jefe del Estado para que interfiriese en las negociaciones presionando al PSOE para alcanzar la gran coalición en diferido.

Mientras, en el PSOE están tan ocupados intentando sacar la cabeza del charco para coger un poco de aire, que ni siquiera saben cual es su propia posición. Es en éste viejo aliado de las elites económicas en el que recae toda la presión. El Partido Popular y Ciudadanos ponen a Pedro Sánchez en el foco para que nadie se fije en la incapacidad de Rajoy para encontrar su silla en este baile kafkiano. Pero la música esta apunto de parar y el Partido Popular cada vez parece más lento en sus movimientos. Su turno se está acabado y ya no estamos para bailes de sillas. En el PSOE lo saben y deberían plantearse explorar otras alternativas. Cada vez está más cerca el momento de actuar. El PSOE no puede estar eternamente instalado en el no a todo, no a todos: "no a Rajoy", "no a un pacto de progreso con Unidos Podemos" y "no a unas nuevas elecciones". Estas tres negaciones son un sí al bloqueo político e institucional.

La situación me recuerda al "soplaré y soplaré y tu casa derribaré" del cuento de los tres cerditos. Si el PSOE quiere evitar nuevas elecciones, no puede optar por la casa de paja (elecciones) ni por la de troncos de árbol (gobierno de Rajoy con o sin Ciudadanos). Ha de pensar en cuál es la mejor opción, la que dará más estabilidad y seguridad a nuestro pueblo. Sin duda, la mejor opción es optar por la única casa que no se derrumbará, y demostrado está que el pacto con Ciudadanos ni siquiera tenía cimientos. El PSOE debe revisar sus conocimientos de arquitectura y pensar en construir, abandonar la fontanería interna y ponerse a trabajar en la ingeniería necesaria para defender al Estado del lobo, de los mercados que ya soplan en nuestras puertas. Hay que aprender las lecciones y las moralejas de las fábulas y de los cuentos infantiles. Si no les sirve el cuento tradicional de los tres cerditos, que Sánchez relea la fábula de "La rana y el escorpión".

La oportunidad de conformar un gobierno que tenga los ojos clavados en los problemas de la gente, un gobierno que tenga la mirada social de más diez millones de personas que votaron cambio, sigue estando vigente. Ahí sí nos encontraremos, pero en el baile máscaras de los apoyos parlamentarios inexplicables no vamos a bailar.

Nosotros somos de mirar directamente a la gente a los ojos. De las personas que miran a la cara con las buenas y las malas noticias. Nunca nos avergonzáremos de mirar a nuestros votantes a la cara. ¿Qué va a hacer Pedro Sánchez?

Ahora vienen nuevos retos con el techo de gasto, los presupuestos y los recortes que nos exige Bruselas. Y todo ello envuelto con el tufo de la privatización de las pensiones. Las noticias de los últimos días, la adicción a los recortes y a privilegiar a las entidades financieras del Partido Popular y el pasado banquero de Rivera, hacen pensar que en la base del entendimiento de estos dos partidos hay una misma máxima: acabar con las pensiones públicas y entregárselas en bandeja al negocio y la especulación de los bancos. Por algo los fondos de pensiones privados son los productos financieros más contratados con los bancos, junto a las hipotecas y las cuentas corrientes.

El momento es crucial. Nosotros vinimos a darle un giro de 180º a nuestro país, a ser leales a nuestro pueblo. Vinimos a hablar de los problemas de la gente. Queremos hablar del vaciamiento de la hucha de las pensiones y del futuro que tendrán las públicas con el cambio de ley que ya hizo el PP y con las reformas que están por venir en favor de las privadas. Queremos hablar mirando a los ojos a las más de nueve millones de personas que cobran alguna pensión, a quienes después de ver que sólo había subido un mísero euro, leyeron con rabia la carta que llegó a sus buzones desde el Ministerio de Fátima Bañez. A las personas que cobran 367 euros por una pensión no contributiva y a las que cobran el mínimo de 91,98 euros.

Los retos que nuestra sociedad tiene por delante con las pensiones son enormes. Es urgente abordar un plan de choque ante la retirada de 54.151 millones de euros del fondo de reserva de las pensiones desde 2012. Ya diversos estudios apuntan que a este ritmo la llamada hucha se agotaría a finales de 2017. Este fondo se creó para casos de emergencia e insuficiencia en la financiación, si lo agotamos no podremos hacer frente a los pagos, ya que la Seguridad Social se encuentra en números rojos. Además, la Autoridad Fiscal estima que cuatro años después de vaciarse el fondo de reserva, la Seguridad Social necesitará financiación adicional.

El modelo económico de empleos precarios del Partido Popular es no sólo injusto, sino que además es un sistema perverso que provoca que, en el futuro, quienes no puedan pagarse los planes privados, no puedan tener acceso a las pensiones. Hay que cortar con el círculo vicioso de desempleo, trabajos precarios y bajos salarios, pues esto sólo puede generar bajas cotizaciones que no son capaces de sostener la financiación del sistema público de pensiones. Necesitamos un gobierno dispuesto a reestructurar el modelo productivo de nuestro país para generar puestos de trabajo estables, de alto valor añadido, pues es ahí donde reside la piedra angular del sostenimiento de nuestro sistema de pensiones públicas. Necesitamos un círculo virtuoso de la economía basado en la regularización y estabilidad laboral, la reforma fiscal y la inversión pública en sectores productivos estratégicos.

Las pensiones son un derecho que nuestros mayores lucharon y ganaron, y pondremos todas nuestras energías en defender y mejorar este derecho reconocido en la Constitución. Queremos hablar de economía, de mejorar el empleo, de aumentar los salarios, de garantizar derechos laborales estables, pues solo así las pensiones tendrán futuro. Y queremos hablar de las mujeres que aun aguantando el peso de esta sociedad, cobran un 36% menos de cuantía que las pensiones de los hombres. Estas son nuestras verdaderas urgencias; los problemas urgentes de la gente corriente, la necesidad de construir un gobierno que infunda estabilidad y resuelva los problemas.

 

Isabel Franco Carmona es Diputada de Unidos Podemos por Huelva.

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