Del movimiento del 15-M, Democracia real ya, que está juntando cada día a miles de personas indignadas en las plazas de las principales ciudades españolas, en lo que se está denominando la spanish revolution, dicen que no tiene ideas, ni programa, ni orden ni concierto. Pues nada más lejos de la realidad. He aquí algunas de las consignas escritas, gritadas y cantadas ayer en Plaza Catalunya, un buen inicio de algo más:

Bipartidismo o monarquía, la misma porquería

Mayo 1968 - Mayo 2011. La lucha continúa

Seamos realistas, hagamos lo imposible

Esta democracia, es nuestra desgracia

Saca tu dinero del banco, si te queda

La vostra riquesa, la nostra misèria

Despertem, abans no siguem allò que odiem

Tu tele te mira y se aburre

Generación Ni-Ni: ni políticos, ni banqueros

Apaga la tele

Lee, piensa, actúa

Los políticos nos mienten, la patronal nos explota, los sindicatos nos venden

El vot minoritari té més força

Ke no kalle la kalle

No som mercaderies, som persones

No és la crisi, és el sistema

Que sobrevivan los políticos con 1000 euros y el tupper de la mama

Creativitat social

Antisistema, por supuesto, con esta mierda de sistema

Ens ho fotran tot, menys la il·lusió

Banqueros al banquillo

Si no hay pan para el pobre, no habrá paz para el rico

Salario mínimo estipulado, ¿por qué no salario máximo?

No hay pan, para tanto chorizo

El proper desnonament serà a l'Ajuntament

No les votes

Stop retallades

Nosaltres som el futur, nosaltres decidim

Este sistema lo vamos a cambiar

De Plaça Catalunya, no nos moveran

y otras más:

Injusto es llevar dos años de becario

Tu futuro es ahora

Manos arriba, esto es un contrato

No nos callarán

Poco pan, pésimo circo

Nosotros somos el jodido cambio

No somos antisistema, somos cambiasistemas

De la Peurta del Sol, no ns moverán

Violencia es no llegar a fin de mes

Violencia e cobrar 600 euros

No tenemos miedo

Somos gente a favor de la gente

Unidos por el sentido común

Se puede acampar para ver a Hanna Montana, pero no para defender nuestros derechos

Menos policia, más filosofía

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