Diario de un altermundista

¿Qué le pasa a Izquierda Unida?

Tras las elecciones el 22-M estamos viendo reacciones políticas que, en principio, son contranatura. Izquierda Unida en Extremadura deja vía libre a que el PP, probablemente el partido de sus características más de derechas de Europa, alcance el gobierno autonómico de uno de los bastiones socialistas de nuestra reciente democracia.

A algunos que sentimos simpatía por los partidos de izquierdas, sobre todo por los que están a la izquierda del PSOE (lo que últimamente no es muy difícil), nos ha desconcertado tal decisión, por no decir frustrado o indignado. Porque quien vota a la izquierda, si algo le produce repelús, es que esté en el poder la derecha. Y si es una derecha como la que supone el PP en España, el repelús se convierte en verdadero miedo. En cuatro años el PP es capaz de hacerlo tan bien (de cara a la galería) que es muy probable que hagan que una zona tradicionalmente de izquierdas, se convierta en fieles votantes del PP. Soy valenciano y ya me cuesta recordar cuando en esta tierra mandaba la izquierda, que en su momento tambén perdió por los pelos. Como pasó en Madrid, donde parece que ya no hay manera de darle la vuelta a la situación hegemónica popular. El PP sabe muy bien cómo desde el poder dar pan y circo a una ciudadanía que suele pedir poco más que eso y se aferra al sillón con una extraordinaria habilidad.

No me gusta que IU permita al PP manejar el poder también desde la Administración, pero entiendo la reacción de las bases que han decidido hacerlo en Extremadura. Es humano sentir la necesidad de castigar a un PSOE  que se distingue cada vez menos del PP. Además, cuando se trata de un PSOE que ha tenido el poder durante tantos años en un lugar determinado, la lista de desencuentros con IU debe ser interminable. Es el PSOE, no lo olvidemos, quien ha emprendido una serie de reformas propias de un manual neoliberal y es necesario darle un toque de atención.

Por otra parte, puede ser bueno que el PSOE pase un buen periodo de tiempo atravesando el largo desierto de la oposición, para ver si finalmente decide lo que es, si socialista o liberal. Si elige socialista, será bienvenido, pero tendrá que demostrarlo más de una vez para que nos lo creamos. Si elige liberal, será más coherente entre lo que diga y lo que finalmente hace y quienes quieran votar socialista deberán mirar a otros partidos, y el primero que aparece con estas características será IU.

Pero aun así, es duro pensar que haya que dejar al PP de Rajoy y compañía manejar España a su antojo durante dos, tres o cuatro legislaturas, para que pueda llegar el momento de que una verdadera izquierda pueda llegar al gobierno. Porque si éstos tienen tanto poder durante tantos años, puede que nos encontremos un país donde el Estado de bienestar sea un lejano recuerdo.

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