Diario de un altermundista

Esperanza, Grande de España

Tras haber llegado a la presidencia de la Comunidad de Madrid envuelta en un mar de dudas sobre la legitimidad de su victoria en las urnas, Esperanza Aguirre anuncia abandonar la política una vez ha visto que no puede ascender más puestos en el escalafón del poder. Pero quizá le queda algo más por hacer, ya que -cuando la dudosa legitimidad democràtica de que ahora puede gozar un político en la España actual no da para más- Esperanza puede todavía intentar ascender en la carrera aristocràtica. Porque, el dinero (tiene propiedades inmobiliarias que superan los 6 millones de euros, además de la casa-palacete en la que reside en el barrio madrileño de Malasaña) y el poder que esta señora ha atesorado, lo pueden todo, o casi todo.

Esperanza es condesa consorte de Murillo y Grande de España, al estar casada con Fernando Ramírez de Haro. Sus dos hijos se han sumado también a la aristocracia. Uno posee el marquesado de Villanueva de Duero y el otro es conde de Villariezo. Entre la familia Aguirre y Ramírez de Haro, confluyen más de diez grandes familias terratenientes de la nobleza española. Son propietarios de importantes fincas, algunas de ellas en Guadalajara, en los terrenos donde se construyó la estación del AVE. No contenta con esto, Esperanza también se ha prodigado por uno de los clubs más sospechosos de ricos y poderosos del mundo, el Club Bilderberg. En fin, da la impresión de que esta retirada no es tan definitiva.

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