El socialismo es republicano

Adios, Botella, adiós. Hola, Manuela

Ana es el paradigma de lo viejo, de una familia ultra católica de trece hijos, funcionaria de carrera, militante de Alianza Popular desde 1978 (puro R-78), concejala desde 2003, "señora de" por encima de todo y alcaldesa no electa de la sufrida gente de Madrid.

Sus grandes logros han sido hacer de Madrid una ciudad más sucia, lo que consiguió en 2007 al hacerse cargo de la concejalía de Medio Ambiente y en que a ella se la conozca mundialmente por su uso "fluido" de la lengua inglesa.

Desde que su partido llegó al Gobierno del Ayuntamiento de Madrid, mi ciudad se ha convertido en un sitio lleno mobiliario urbano delirante, suciedad incrustada, aceras rotas y prohibiciones, muchas prohibiciones. A la derecha le encanta regular todo, acotar todos los espacios comunes, erigirse en juez y parte en el uso de lo público. Si algo hay bueno, lo privatiza. Si algo hay malo, mira hacia otro lado. Barrios populares abandonados, cochambrosos, de olores nauseabundos. Ancianos y dependientes olvidados, arrinconados, los sin familia agonizantes sin que a nadie le importe. Adolescentes marginados, sin tejido social o cultural, sin salida. El pequeño comercio tocado de muerte, con sus despojos ofrecidos como alimento a las grandes cadenas. Niños hacinados en escuelas insuficientes, sin zonas verdes, sin apoyo institucional, dejados a su suerte y a su hambre.

Ha tomado medidas sin sentido, como la candidatura olímpica. No creo en milagros, pero diré que el karma nos fue favorable tras la "relaxing cup of café con leche". Tampoco ha estado muy acertada en la gestión de los pseudo carriles bici o en la elección del modelo de bicis municipales. Ha colaborado con su policía municipal en la ejecución de desahucios, dejando a familias enteras en la calle, sin asumir ninguna responsabilidad como alcaldesa. Ha impedido que los espacios sociales autogestionados puedan desarrollar su labor con normalidad. En sus últimos dos días en el Ayuntamiento se ha producido el desalojo de nuestro querido Patio Maravillas, como una especie de venganza hacia las gentes que la hemos echado de su poltrona, sabedora de que es el espacio en el que se ha fraguado Ganemos Madrid. La actuación policial en el entorno de la nueva ubicación del Patio, en la calle Divino Pastor, ha resultado totalmente desproporcionada. El Ayuntamiento no ofrece servicios sociales a las personas excluídas, pero tampoco deja que las vecinas auto organizadas lo hagan. Solo puedo decir que #ElPatioSeQueda.

En otro orden de cosas, la gestión de la recogida de residuos y el mantenimiento de parques y jardines presentan un deterioro y una dejadez inadmisibles, con flagrantes incumplimientos por parte de las empresas concesionarias de estos servicios, sin que el equipo de Gobierno Municipal haya hecho nada por revertir esta situación.

En materia asistencial, no solo ha habido incumplimientos con ancianos y dependientes, también la mujer y, sobre todo la mujer joven y adolescente, ha visto cómo se les negaba asistencia social y médica en casos de maltrato o embarazos no deseados. En los peores momentos ellas se encuentran solas, sin apoyo institucional.

Y podría seguir con una larga lista de agravios, aunque creo que cada cual puede añadir los que conoce de primera mano.

El gran error de la derecha es creer que gestionar lo público consiste en dar negocio a los amiguetes y arrinconar a la gente. Y no es eso. Gestionar lo público es hacer que los recursos que son de todas las personas sirvan para dar cobertura a cada cual según su necesidad, manteniendo lo común y mejorándolo si es posible. No todo es, ni puede ser, hacer negocio. Las personas somos mucho más que "negocio", por mucho que alcaldesas como Botella lo ignoren o lo hayan olvidado.

El sábado 13 de junio empieza una nueva etapa en el Ayuntamiento de Madrid, con una alcaldesa que sí me representa, Manuela Carmena. Espero que todo cambie por el bien de las personas, así que, aquí estaremos para ir contándolo

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