Lo que nos queda

Año 2020: cuatro millones de parados

Vivimos días de previsiones. Algunas preocupan, otras asustan y las hay que matan. Desde Washington se atreven a decirnos que este año la economía española menguará un 1,5 por ciento. Mañana viernes será el Gobierno quien nos explique cuanto ha cambiado el mundo, en los últimos cuatro meses, para que no hayan acertado ni una de las previsiones económicas que dejaron por escrito en la Ley de Presupuestos. Para estar bien informados ya no hay que hacer caso a las leyes españolas, sino leerse el prestigioso Wall Street Journal, el periódico del que beben las elites financieras, entre las que se encuentra nuestro ministro de economía Luís de Guindos.
Pero no hace falta subscribirse al Wall Street Journal, ni si quiera ser economista, para darse cuenta de que la dramática situación que están viviendo millones de ciudadanos se va a alargar durante toda la década. Entre los datos que hemos conocido estos días hay uno que es demoledor. Según el FMI, en 2018 la tasa de desempleo alcanzará en España el 22,9 por ciento de la población. Eso significa, que para ese año, continuarán en paro algo más de cinco millones de españoles.
Para finales de la década, siempre según el FMI, la economía española crecerá un 1,5 por ciento. Rajoy y sus ajustes habrán reducido el déficit hasta el 5,6 por ciento y la deuda pública se habrá situado en el 110 por ciento del PIB.

Tenemos por delante años de ajustes y de lo que el Gobierno del PP llama reformas. Ahondarán en la financiera. En el mercado de trabajo. En el sector eléctrico. En las pensiones. Liberalizarán lo que quede por liberalizar. Seguirán llamando emprendedores a los trabajadores en paro que intenten salir adelante como autónomos. Nos dirán que generando confianza el crédito fluirá, la economía crecerá y se generará empleo. Y es posible que así sea, pero la economía española no tiene capacidad para absorber en los próximos años el desempleo que ha producido. No hay ningún sector que sustituya a la construcción en la generación de puestos de trabajo.
En 2006 la tasa de desempleo se situó en el 8,3 por ciento. Fue un buen año para el empleo, el paro bajó en 30.000 personas. No intenten hacer cuentas sobre el tiempo que, basándonos en esos datos, necesitaríamos para reducir el paro actual. No merece la pena. Tampoco hagan por recordar lo que siempre se nos dijo sobre que la economía española necesitaba crecer al dos por ciento para generar empleo.
Piensen solo que, si continuamos la serie estadística del FMI, en 2020 los parados en España rondarán los cuatro millones de ciudadanos. Lo que nos queda.

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