Aquí no hay playa

David "no soy homófobo" Pérez

Estos días de verano está siendo noticia David Pérez, insigne alcalde de Alcorcón y diputado autonómico en las filas de Cristina Cifuentes. Aunque sorprenda, esta vez, el señor Alcalde no ocupa titulares por su privilegiada relación con la trama Púnica o la Gürtel, ni por promocionar Eurovegas, ni por sus salidas de tiesto en Twitter, ni por las más de 30 mociones aprobadas y no ejecutadas en el municipio madrileño, ni por su insensibilidad ante el drama de los desahucios, no. En esta ocasión se debe a los problemas de tolerancia y buen gobierno de Pérez.

Tras la pérdida de la histórica mayoría absoluta del Partido Popular en la Asamblea de Madrid, en el Parlamento regional se empieza a legislar sobre una asignatura pendiente durante todos estos años: los derechos de las personas LGTBI y la lucha contra la homofobia. Por desgracia, David Pérez es de los que no ha entendido que vivimos un nuevo tiempo político donde no hay sitio para la intolerancia. Por ello, se ausentó durante la votación de la ley contra la LGTBIfobia. Esta ausencia podría haber sido anecdótica si no estuviera acompañada de una serie de actuaciones, declaraciones, desprecios y manifestaciones que retratan a David Pérez y su posicionamiento político respecto a la violencia por motivos de orientación sexual.

De febrero a junio de este año, han sido tres las iniciativas presentadas por diferentes grupos políticos (Ciudadanos, que sostiene a Pérez en la alcaldía, PSOE y Ganar Alcorcón) en relación al colectivo LGTBI. Todas fueron aprobadas pese a que el PP de Pérez se abstuviera o votase en contra. Sin embargo, ninguna de ellas ha sido ejecutada por el Ayuntamiento, motivo por el cual los vecinos y vecinas de Alcorcón no pudieron ver la bandera del arcoíris en la fachada del Ayuntamiento. Esta permanente negativa a ejecutar lo aprobado por las mayorías del Pleno municipal provocó la votación de la reprobación, solicitada por el PSOE, del alcalde. De esta manera, con los votos de todas las fuerzas políticas salvo las del PP, David Pérez conseguía el dudoso honor de ser el primer alcalde de la Comunidad reprobado por "homofobia".

Frente a este panorama, cabría esperar una actitud sosegada y perfil bajo de quien ha sido amonestado política y moralmente, pero ¿qué creéis que ha hecho David Pérez?. Pues todo lo contrario. Si bien el excelentísimo Alcalde se ausentó, de nuevo, del Pleno en el que se votaba su reprobación, horas después ya volvía a la carga, insultando y menospreciando. De hecho, ha ido más allá, se atreve a amenazar con una demanda a Arcópoli, organización conocida por visibilizar y denunciar las más de 140 agresiones homófobas que hemos vivido en nuestra región y que lleva meses señalando el déficit en materia de prevención y lucha contra la LGTBIfobia en el municipio madrileño.

Asegura David Pérez que toda su vida "ha combatido contra la discriminación y la desigualdad". Ya es mala suerte. Toda la vida siendo un infatigable luchador y justo te tienes que ausentar cuando se aprueba una ley histórica contra la LGTBIfobia y eres incapaz de ejecutar precisamente las mociones aprobadas en defensa de los derechos de las personas LGTBI... Si en lugar de perder el tiempo amenazando con demandas, bramando en twitter o difamando contra la oposición, demostrase voluntad política, seguro que nadie le llamaría homófobo. El señor Pérez tiene la oportunidad de enmendar sus errores y disipar la imagen pública de homófobo e intolerante que se ha construido, no sin esfuerzo. Tal y como le dijo Manuela Carmena a Esperanza Aguirre, creemos firmemente en la reinserción, pero ha de demostrarse con hechos. Estaremos atentos.

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