Aquí no hay playa

Moción de censura en Madrid

Estas semanas hemos conocido informaciones que ponen en tela de juicio la legitimidad de Cifuentes, y del Partido Popular, para estar al frente del Gobierno de la Comunidad de Madrid. A las ya vergonzantes Púnica y Gürtel, se suman Lezo, el saqueo del Canal de Isabel II, el encarcelamiento de Ignacio González, la dimisión del Viceconsejero de Medioambiente por su imputación, la financiación irregular de las campañas de 2007, 2008 y 2011 y los informes de la UCO y la Fiscalía señalando a Cristina Cifuentes por los delitos de cohecho y prevaricación.

Ante este estado de excepción, no puede normalizarse que el partido en el gobierno no haya ganado limpiamente unas elecciones desde el s.XX, desde Podemos hemos planteado llevar a cabo una moción de censura. Se trata de un recurso poco habitual, que no debe ser utilizado a la ligera y que debe emplearse en situaciones excepcionales. ¿Acaso no nos encontramos en ese escenario? ¿Es sostenible un gobierno incapaz de gobernar porque está más ocupado en tapar sus chanchullos, cuidar la imagen de la ya-no-tan-inmaculada Cifuentes o en señalar a periodistas o fuerzas y cuerpos de seguridad por hacer su trabajo? ¿Merecen los madrileños y madrileñas que actuemos como si no pasase nada mientras el desgobierno de Cifuentes y los suyos permiten que se deteriore la Sanidad, la Educación o la Justicia porque están entretenidos en una guerra de bandas dentro de su partido? ¡Qué diferencia con el Ayuntamiento de Madrid, que ha demostrado que con limpieza y honradez se gestiona mejor, se amplían derechos y las cuentas por fin salen!

Desde Podemos consideramos que esta moción no puede, ni debe, ser exclusiva de una organización política, por eso, además de preguntar a nuestros inscritos e inscritas, hemos querido tener una ronda de contactos con actores políticos y sociales para compartir diagnósticos y posibles medidas que acompañen a la moción. Las reacciones no se hicieron esperar: Ciudadanos (Cs) se apresuró a blanquear a Cifuentes y se negó a mantener una reunión -¿a quién puede hacer daño hablar?- mientras que el PSOE, seguramente más atento a sus procesos internos que a la grave situación de la región, ni cerró la puerta ni cogió la propuesta. Afortunadamente, la actitud de las centrales sindicales, asociaciones ecologistas, trabajadores en lucha, colectivos feministas y otras formaciones políticas ha sido mucho más esperanzadora: coinciden en la necesidad de la moción y la presentación de un proyecto de región (cosa de la que carece Cifuentes).

Es posible que la moción de censura no desemboque en el desalojo del único partido imputado de Europa del Ejecutivo de nuestra región. No lo negamos. Si ocurre, no será porque no hayamos hecho todo lo posible para que el Gobierno madrileño deje de avergonzar a quienes creemos que nuestra región merece algo mejor. Por ello, confiamos en que Ciudadanos (Cs) y PSOE recapaciten, que no antepongan sus cálculos electorales o sus cuitas internas frente al interés general de los madrileños y madrileñas. En este sentido, somos generosos y flexibles, estamos abiertos a escuchar propuestas (ej. Una moción de censura como la que estuvo a punto de producirse en Murcia hace unos meses) pero no vamos a resignarnos y decirles a nuestros vecinos y vecinas que se contenten con unas declaraciones contundentes, unos tuits ácidos y nada más.

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