Aquí no se fía

¿Sigue contento con su reforma laboral, señor Rajoy?

Perdone la falta de originalidad, señor Rajoy, pero tengo una pregunta para usted. El pasado 10 de septiembre, con ocasión de la entrevista que le hicieron en TVE, dijo sentirse "contento" con la reforma laboral de febrero, porque "ha funcionado muy bien". Ahora, tras los calamitosos datos sobre empleo y paro conocidos la semana pasada, ¿sigue pensando lo mismo?

 
La EPA, como el algodón, no engaña, señor Rajoy. Y la última revela que, en los dos trimestres completos en que ha estado vigente su reforma laboral, se han evaporado casi cien mil puestos de trabajo en España. Quinientos por día, aproximadamente. Como consecuencia de ello, el paro afecta en nuestro país a 5.778.000 personas, un 25% de la población activa, el nivel más alto de la historia.

 
Aunque usted ya lleva gobernando diez meses y no puede echar toda la culpa a quienes le precedieron, es verdad que heredó una situación económica muy mala. Pero hay algo de su total y exclusiva responsabilidad: haber abierto la mano para que el procedimiento de despido colectivo resultara más rápido, más fácil y más barato a los empresarios. Como si no fueran suficientes las posibilidades que antes tenían y que en los primeros años de la crisis habían permitido la destrucción de tres millones de puestos de trabajo.

 

Esa reforma laboral de la que en septiembre se sentía tan contento no ha hecho más que empeorar las cosas, señor Rajoy. Números cantan: entre enero y agosto, se han contabilizado casi 300.000 personas afectadas por ERE, un 53% más que en el mismo periodo de 2011. Además, al suprimirse la autorización administrativa, prácticamente se han duplicado las empresas que han llevado a cabo esos expedientes sin acuerdo previo con los sindicatos.

 
Por cierto, en aquella comparecencia televisiva, usted presumió de haber reducido los ERE de extinción, en beneficio de los parciales o temporales. Y eso, por desgracia, es mentira. Los ERE de extinción, los que encierran una pérdida definitiva de empleo, han seguido creciendo significativamente, porque la sencilla razón de que  las condiciones para el empresario son más ventajosas.

 
Dicho a las claras, señor Rajoy: gracias a su reforma laboral, no sólo no se ha contenido la hemorragia del paro, sino que las condiciones en que los damnificados por ERE se van a la calle son peores ahora. Menos mal que, como decía María Dolores de Cospedal, el PP es el "partido de los trabajadores" y que, según Esteban González Pons, ustedes son "especialistas en crear puestos de trabajo"...

 
La reforma laboral se introdujo so pretexto de fomentar la contratación cuando empezara a atisbarse el final de la crisis. Está por ver que eso ocurra, señor Rajoy. Pero, mientras tanto, no parece que sirva para nada más que agrandar un problema que ya de por sí era inconmensurable. Y para que, el día que se vaya, tengamos otra cosa que agradecerle todos los trabajadores.

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