Aquí no se fía

¿Quién ganaría con la privatización de Bankia?

En diciembre de 2013, después de inyectarle más de 5.000 millones de euros de todos los contribuyentes, el FROB se desprendió de NCG Banco, entidad resultante de la fusión de las antiguas cajas gallegas. El comprador fue el grupo venezolano Bandesco, que se impuso en la correspondiente subasta a otros interesados de postín como Santander, BBVA y Caixabank, además de algunos fondos extranjeros. Como consecuencia de aquella operación, cuando acabe de cobrarlos, el FROB recuperará 1.003 millones de euros, menos de una cuarta parte de lo que se gastó en el saneamiento. Los nuevos propietarios, sin embargo, ya pueden decir que han hecho un buen negocio: NCG Banco, que ahora opera bajo la marca Abanca, ganó el año pasado 1.157 millones, un 13% más de lo que les costó.  ¿Vendió demasiado barato el FROB o los directivos de Bandesco son tan competentes que incluso han podido obrar un milagro?

A principios de febrero de 2015, después de años arrojando pérdidas colosales de las que respondía el erario público y sólo dos con beneficios, salió a Bolsa parte del capital de Aena, la gestora de los aeropuertos españoles y una de las mayores empresas de su sector en el mundo. Con la privatización de un 49% de las acciones, el Estado se embolsó poco más de 4.300 millones, apenas una tercera parte de la deuda histórica de Aena. En la OPV, el precio de los títulos se fijó en 58 euros y ayer cerraron por encima de 83, lo que equivale a una revalorización de más del 50%. Entre los inversores hay mucho minoritario, pero también algunos conocidos especuladores, como George Soros, que metió 100 millones en Aena y sólo un mes después ya tiene 150. ¿Se quedó corto el Estado? ¿Fueron demasiado prudentes sus asesores en la colocación? ¿O sólo ha sido una cuestión de suerte... para los compradores?

Que Bankia no se fuera al garete nos lleva costados a los españoles no menos de 24.000 millones de euros, aparte del bochorno interminable de las preferentes, de la salida a Bolsa y de las tarjetas opacas. De la mano de José Ignacio Gorigolzarri, la entidad heredera de Caja Madrid parece haber enderezado su rumbo y el año pasado ganó 747 millones, pese a haber realizado fuertes provisiones para tapar agujeros. En febrero de 2014 se puso en venta un 7,5% de Bankia, valorado en 138 millones de euros. Y el Gobierno trabaja con la idea de seguir sacando paquetes al mercado cuando las condiciones sean propicias, hasta deshacerse por completo de su participación. A su precio actual, el 100% de Bankia vale unos 15.000 millones, que no darían ni de lejos para sufragar lo que ya hemos gastado en ella.  En el futuro puede subir, pero también puede bajar. Suba o baje, ¿quién ganaría entonces con la venta?

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