El nuevo agrimensor de la miseria, el ministro de Trabajo Valeriano Gómez, ha dicho esta ignominia, añadida a las varias pronunciadas en los últimos tiempecitos: "La moderación salarial debe ser compartida por todos, incluidos los pensionistas". ¿Pero quién es más cruel, Gallardón al pretender retirar de la circulación a los mendigos o el PSOE, que, para su vergüenza, decide que los ocho millones y medio de pensionistas hibernen sus pensiones, mientras la vida y el comer suben por encima de sus modestas economías? Señor ser cruel. Usted no sirve para esto. Usted es un mal gestor, y sobre todo, un mal gestor socialista. Mientras leemos en los periódicos los beneficios obscenos de las empresas, mientras sabemos que la riqueza del país está mal repartida a escala de crasa injusticia, usted, ustedes, se dedican a barrenar en la pena de los más desfavorecidos, que, por cierto, ni que les regalasen ustedes la propina que les dan como pensión o como caridad no contributiva. Y ello con la sonrisa en sus labios. Mire, miren, al final da igual lo que ustedes hayan hecho de bueno, que lo han hecho, al final lo que importa es que la generalidad de los españoles es más pobre. Usted no ha tenido el valor de afrontar este drama, por mucho que lo adorne, adornen, con palabras bonitas, promesas, europas, y necesidades de reformas que usted no ha sido capaz ni de explicar. El dinero que sea menester para sus déficits y reformas hay que sacarlo de debajo de las piedras. Pero de las piedras de los ricos, no de unos temblorosos pensionistas o parados o trabajadores asustados y víctimas. Usted y su gobierno son representantes de la derecha económica. Debe usted marcharse ya, no se preocupe más por nosotros, no se preocupe por el supuesto caos que pueda originar su marcha. No queremos más putadas de este calibre, como la manifestada por su ministro. Ya nos apañaremos sin usted. Resultan ustedes imposibles de votar.

Y a los lectores:  Hoy no hay pregunta. Estoy cabreado, así que digan ustedes lo que quieran.