Puntadas sin hilo

3. Reforma de la Ley Electoral

¿Por qué para conseguir un escaño parlamentario el PSOE y el PP necesitan 65.000 votos, CIU 70.000, el PNV 50.000 e Izquierda Unida 480.000?

Obviamente se deduce que el sistema no es justo.

Pero los dos partidos más grandes se oponen a cambiarlo, obviamente también para no ver mermada su representación. Mas ¿qué dicen, qué dirían los votantes de esos dos partidos si se les consultase? Pues o no dirían nada porque no se ocupan de ello o aceptarían, y aceptan, lo que digan y hagan los mandamases de sus partidos. Sumisión acrítica, que se llama. Sin preocuparles que los votos de unos españoles cuenten más que los de otros. Se les considera invitados de segunda en el juego de la democracia.

Así, solo la izquierda más pura y perjudicada, y algún otro partido minoritario, luchan por ello.

Los partidos mayoritarios hacen oídos sordos a esas pretensiones, o, en el mejor de los casos, alegan que ello conduciría a un multipartidismo indeseable, constituyéndose en garantes únicos de esa misma democracia, evidentemente imperfecta. Ese argumento no se sostiene: existen muchos otros partidos minoritarios que no tienen la fuerza suficiente para lograr ni una mínima representación. Y los que la alcanzan son los que dan vida a la democracia y al juego de pactos, como es, sin citar más, el caso de Francia, Alemania y Reino Unido.

Lo dicho: como en lo económico, se trata de la codicia política de unos partidos para los que cuanto más poder, menos control, mejor.

Ello enlaza, aun en dos palabras, con el otro tema propuesto entre "Las diez cosas": La transparencia, la necesidad de una Ley de Transparencia en todos los actos administrativos, gubernamentales e institucionales, que libere a los políticos de toda sospecha.

  1. Esa ley prometida y no cristalizada es fundamental para el buen desarrollo de la democracia, como ocurre en los países avanzados.
  2.  Es evidente que a más transparencia, menos corrupción.
  3. ¿Por qué se oponen los Gobiernos de todo signo a esto, salvados los imprescindibles secretos de Estado que afecten exclusivamente a la seguridad nacional?
  4. Temor a que en nuestro país una ley así se quede en papel publicado y mojado.

Créanme, esto de la transparencia resulta un tanto abstracto, pero es vital.

Sin embargo, volvamos a la reforma de la Ley Electoral.

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