Puntadas sin hilo

Voces contra el Terrorismo

 

Creía yo que no se podía llegar más lejos en el negro esperpento de la libertad de expresión en España. Pues se puede:

En la manifestación celebrada ayer en Madrid, convocada por la Asociación Voces contra el Terrorismo, se exhibieron pancartas en las que, por ejemplo, se leía "El Gobierno más traidor cómplice de ETA" o "Zapatero España no se vende a ETA". Otras eran contra los magistrados del Tribunal Constitucional, con fotografías de algunos de ellos a los que se les acusa de presuntos prevaricadores. El lema de la manifestación era "Ante la traición a España, ETA fuera de las instituciones".

Antinaturalmente, o naturalmente, si lo prefieren, el eurodiputado del PP Jaime Mayor Oreja reiteró que la presencia de Bildu es un proyecto milimétricamente pactado entre ETA y el Gobierno. Todavía no se tiene noticia de que el señor Rajoy haya expulsado al señor Mayor Oreja del partido.

Si todo esto no es delito, y a mi juicio, grave, ¿cuándo algo lo será?

¿No debería el Fiscal General del Estado presentar inmediatamente la correspondiente querella? Ah, no; es la libertad de expresión.

¿Es libertad de expresión decir que ETA está en las instituciones? ¿Es libertad de expresión admisible decir que el Gobierno es cómplice de ETA? ¿Y exhibir fotografías de magistrados del Tribunal Constitucional que dictaron la sentencia, acusándolos de presuntos prevaricadores? ¿Es la palabra "presunto" bula y garantía para cualquier calumnia, no es socavar un pilar básico de la democracia y la más absoluta negación del Estado de Derecho, eso tan manido y despreciado?

Pero claro, ¿cómo se va a atrever el Gobierno a instar al Fiscal General, imaginan qué se diría, siempre en nombre de la sacratísima libertad de expresión, que nada tiene que ver con la crítica severa? Lo grave es que los ciudadanos no lo comprenderían, lo grave es que había jóvenes en la manifestación. Es mejor callarse. ¿Son éstas las Voces contra el Terrorismo que desean los españoles?

Todo da igual. La abyección impune no tiene límites. Todavía se puede llegar más lejos.

Es que soy un intolerante. ¿Y ustedes?

Más Noticias