Zapatero debe dimitir de todos sus cargos dos minutos después de conocerse los resultados electorales del domingo, de confirmarse el olor de los vientos. Debe dejar inmediatamente de hacer más daño a los decepcionados progresistas de España. No debe permitir que pasen de la decepción al rencor.

No más excusas, no más dilaciones. Este señor ha resultado de cortas entendederas y estúpidos optimismos y no ha comprendido los motivos que le han llevado a él y al PSOE a tan demoledor fracaso: a) Nunca explicó a los ciudadanos por qué eran necesarias las medidas económicas que impuso, se limitó a decir que eran necesarias sin argumentar razones; ni por qué eran necesarias ésas y no otras menos lesivas para sus votantes ciudadanos. Y si ésas eran las necesarias, debió dimitir sin contemplaciones ni subterfugios sospechosos. b) Nunca supo explicar qué estaba haciendo, también concretamente, para disminuir el paro, y se limitó a frases genéricas y evanescentes de hay que cambiar el modelo productivo, hay que impulsar el crecimiento, pero nunca explicando cómo, que los ciudadanos habrían comprendido y hubieran sido generosos con él.

Y el cuerpo directivo del PSOE también debe dimitir un  minuto después, por haber sido cómplices ácríticos de tal conducta económica. Ni España se hundirá ni el PSOE tampoco con estas necesarias dimisiones. Sencillamente emergerá un PSOE renovado, sin la peste de los anteriores desastres.

Porque, aun siéndolo, lo grave no es que hayan perdido tales alcaldías o Comunidades Autónomas; lo grave radica en que esto es un anuncio irreversible de lo que ocurrirá en las ya muy próximas elecciones generales, por mucho que los gurús aseveren lo contrario. Lo menos progresista del mundo es estirar un fracaso, creyendo en los milagros e ignorando las razones. Lo asombroso y aún más descorazonador es que haya anunciado que continuará con sus reformas hasta el último día de la legislatura.

Nos debe este último favor, que ya vemos que no nos va a hacer. Estamos, pues, en vísperas del caos de la decencia.

Y aclaro que no estoy pidiendo elecciones generales anticipadas; estoy pidiendo una refundación del partido.

¿Y quién vendrá, quién nos sacará los escombros? Alguien que sea socialista.

PD1. Si  el Publiscopio de hoy en este periódico acertara en su previsión electoral de que Barreda le gana a Cospedal en Castilla-La Mancha, ello no haría sino confirmar la tesis de este artículo, puesto que Barreda es el único candidato que ha rechazado la participación de Zapatero en acto electoral alguno.

PD2. "Un cambio de rumbo y un futuro digno.  No somos mercancías", era el lema en las concentraciones convocadas por la plataforma Democracia Real YA!,     celebradas ayer con gran éxito en 50 ciudades de España. Me uno a la protesta y a la utopía.