Este flotar y no nadar.

Esta zozobra de tanta espera.

Este tanto desear.

Estos diez millones de ojos ya casi famélicos.

Estos indignados aporreados.

Estos zánganos, estos vagos, que se dedican a políticos.

Estos improperios.

Estos crucifijos presidiendo.

Este bajarse de tanto coche oficial, y volver a subirse.

Esta tortura indigna a la que se somete al pueblo español en nombre de la democracia.

Estos despidos ya porque les sale de los cojones, según la próxima reforma.

Este pasado ominoso de dictadores avalados por académicos de la historia, de la nada, de la abyección.

Este Alfredito.

Este raposo Mariano.

Esta economía de mierda.

Este desmadre de cuentas y deudas.

Estas teles s.o.s., cocinadas en el manipulatorio.

Estos 321.000 vascos injustamente tratados.

Este Papa que se nos viene encima, y gratis.

Este crédito, ¿para qué pedirlo?

Este verano que no llega.

Esta forma y manera de ser esclavos modernos.

Este rebuscar en restos desechados de alimentos para comer algo.

Esta xenofobia en standbye.

Tanta maleta con ruedas para huir a no se sabe dónde.

Estos cajeros automáticos que nos escupen que tenemos el saldo a cero.

Estos optimistas.

Estos pesimistas.

Estos creyentes.

Estos creyentes.

Estos creyentes, como el 92% de los norteamericanos.

Estos que se mofan de los desheredados de la vida, estos niños de papá, estos papás con niños.

Estos obreros de derechas.

Estos campesinos de derechas.

Estos camareros de derechas.

Estos albañiles de derechas.

Estos registradores de la propiedad de derechas.

Estos recién nacidos de derechas desde el parto.

Estos niños de Primera Comunión de de derechas, como  Enriquito.

Estos novios de derechas que copulan sin parar entre set y set.

Estos jugadores de golf de derechas.

Esos amantes de la Naturaleza de derechas.

Estos amantes de los animales de derechas.

Estos políticos de izquierda de derechas, salvo Gaspar Llamazares.

Estos cadáveres de derechas.

Esos mensajes en botellas que nunca llegan.

Este copago.

Esta enseñanza trucada.

Esta España de recortables pegados, este mapa desmontable.

Este Movimiento 15-M que ya no sabemos si se mueve.

Este Monarca de cinta andadora y muletas con bocina.

Este Príncipe airado.

Esta balsa de piedra, como la de Saramago.

Este país de ciudadanos que un día creyeron en él.

Este país desesperanzado, este país resignado.

Este país que no lo arregla ni Juan Tamariz.

Ésta que lo es.