No. Por eso España es un país sin ternura. Seguramente esta afirmación será considerada ofensiva por parte de las mujeres, y ridícula y falta de base sociológica por parte de los hombres. Y encima la palabra ternura está muy desprestigiada.

Es absurdo pretender que la mujer sea igual en todo al hombre. Incluso en lo laboral, si fueran iguales las condiciones, la mujer tiene un distintivo inmanente que redime al hombre de su brutalidad secular.

La mujer tiene mucha mayor sensibilidad que el hombre. Esto ha sido castigado históricamente por el hombre, sometiendo a la mujer a una humillación constante y reduciendo su papel al de reproductora y servidora de quien tiene mayor potencia física, pero no mental. Frente a ello, la mujer ha ido exigiendo una equiparación en todos los órdenes. Lentamente ha salvado la inferioridad educativa a la que se la reducía, se ha puesto en pie de guerra, y, precisamente por su ternura y capacidad, ha superado los desprecios que la han humillado. Han hecho saber al hombre que no son nadie sin ellas, por muy Ulises que se crean, y han demostrado sus dotes iguales o mejores en todos los órdenes. Naturalmente ha sido y es un proceso largo y complejo. En lo laboral, en lo profesional, en lo social y en el amor es reconocida en igualdad y se está, creo, en un ajuste definitivo de sus derechos económicos. La mujer ya no es un objeto en ningún caso, y es tanto como cualquiera de los hombres. Realmente tendríamos que pedirles perdón por las vejaciones que les hemos inferido a lo largo de nuestras vidas de machos superiores. Por eso estoy con Mark Twain cuando en su Diario de Adán y Eva pone en boca de Adán que "es mejor vivir fuera del Paraíso con ella que en Él sin ella. Al principio pensé que hablaba demasiado, pero lamentaría que esa voz callara y saliera de mi vida".

Únicamente hay una gravísima cuestión en la que la injusticia permanece y es el de los malos tratos y mujeres muertas. Ésta es la última lucha a realizar. Para ello es imprescindible conseguir que toda mujer tenga independencia económica. Creo que ésa es la clave. Porque frente un borracho, un drogadicto o un estúpido y rudo macho no hay ternura que valga. Eso es lo que le falta a España para ser un país tierno y amable.

Me aburre hablar de Rajoy y Rubalcaba. ¿A ustedes no?