Puntadas sin hilo

La educación

 

 

Es obvio, pero necesario, decir que la educación es esencial para el desarrollo y progreso de una sociedad. Y no tanto la educación en nuestras relaciones diarias o en la Educación para la Ciudadanía que marque nuestras normas de conducta civiles y éticas, sino en el sistema educativo de una nación.

Puesto que mis posiciones serían excesivamente radicales, me limitaré a señalar un índice de manifestaciones, con el fin de que ustedes se contesten a sí mismos.

1. ¿Debe existir un sistema educativo acordado de consuno y que permanezca en el tiempo sin estar sometido a los vaivenes de la política?

2. ¿Debe existir una educación pública y otra privada?

3. ¿Debe el Estado subvencionar la educación privada?

4. ¿Debe tener la educación privada el mismo valor académico que la pública?

5. ¿Debe condicionar la Iglesia Católica el plan general educativo de la nación a acordar por los representantes legítimos de los ciudadanos?

6. ¿Debe la Iglesia Católica, bajo la adscripción que sea, Opus Dei, Legionarios de Cristo..., o cualquier iglesia, recibir financiación del Estado  por la educación privada de sus centros?

7. ¿Debe existir coordinación y congruencia entre la educación impartida en las distintas autonomías del Estado español, es decir, España?

8. ¿Se debe renunciar a ideologías en la creación de ese sistema educativo general y fundamental?

9. ¿Deben existir tantos sistemas educativos como quieran los padres españoles para sus hijos?

10. ¿Comprendemos los españoles la importancia y trascendencia de este asunto?

Para terminar, solo decir que echo de menos que ningún gran cantautor como Joan Manuel Serrat, ningún gran cineasta español como Alejandro Amenábar, ningún gran pintor español como Miquel Barceló, ningún gran literato español como... Antonio Muñoz Molina, recojan en sus obras esa necesidad, que imagino es también de ellos, de una educación española comparable a la de otras sociedades. Porque la educación es la gran canción, el gran guión, el gran cuadro, el gran argumento de la vida.

Mi conclusión final: Me asombra que no haya una reclamación universal y permanente de todos los españoles.

Y mi opinión final: Un país que esté enfrentado por las ideologías en la educación, jamás prosperará.

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