1. Prometería y prometería, sin concretar concretar nada nada.

2. Descalificaría y descalificaría permanentemente y hasta el último segundo al enemigo, aunque le llamemos rival o adversario.

3.     Como los ciudadanos son bobos, les diría que voy a gobernar para todos.

4.  Pero haría una reforma laboral con la que les crujiría los huesos a los más numerosos y débiles. La indemnización por despido sería de un día por año trabajado. O qué coño, mejor ninguno, que espabilen, el que pierde el trabajo es por su culpa, no de la empresa.  Rebajaría a dos días la duración de la protección a los desempleados.  Y para que no dijeran que hago recortes sociales, aumentaría el salario mínimo interprofesional en 50 céntimos.

5.  Y es que en mi Partido somos mes que un club.

6.  Encuadernaría en piel el catálogo de disculpas. Opus 1. Pero tengo que inventar una disculpa para cuando lleguemos a los seis millones de parados. Si digo que es culpa del Gobierno anterior ya no me creerán.

7.  Aumentaría en diez metros la altura de la cruz del Valle de los Caídos.

8.  A los sindicatos, ni un euro; a la patronal, lo que quiera.

9.  Les metería en el coco que el capitalismo es inevitable, y que es mejor aliarnos con los más poderosos, sueltan más migajas.

10.   "Lo logré", serían mis primeras palabras ante las cámaras, tras ganar las elecciones. Me traicionó el subconsciente.

11.   Esta televisión habría que hacerla más independiente y neutral.  Se lo encargaría a González Pons. No podríamos seguir así, con esa Ana Pastor de Los desayunos llamando a todo el mundo.

12.   Me darían mucha pena los dependientes, por ¡qué podría hacer yo si las Comunidades Autónomas no les pagan! Y eso que son casi todas del PP. Pero podría recomendarles que por lo menos pagaran a los simpatizantes del partido.

13.   Todos los jueces serían del PP. (Pero no lo diría)

14.   Los hipotecados desahuciados tendrían que responder no solo con sus bienes futuros, sino con los de sus familiares. ¡No se van a quedar los bancos sin cobrar!

15.   Rebajaría a 0 el Impuesto de Sociedades; sobre todo las fraudulentas.

16.   Le daría las gracias a todos los abstencionistas, votantes en blanco y derribadores de sistemas. Entre mis filas no ha habido ni uno.

17.   Al día siguiente de las elecciones se empezarían a construir un millón de pisos más. O dos.

18.   ¡La aventura de comer! ¡Tendrán mala leche los parados y sus familias con el eslogan que han inventado! ¡Con lo que yo quiero a los españoles y lo bien que me disfrazo de bueno!

19.   Y como saben, todo dependería. La bonoloto del PP.

20.   Ignoraría el éxito del 15-O. No voy a decir, como mi jefe moral Aznar, que son un movimiento marginal, ni que son germen de un golpe de Estado, como Esperancita. Pero haría como que no me había enterado del éxito tan grande que han tenido. Porque, aquí entre nosotros, ha sido un éxito del copón. Y no daban bocadillo ni pagaban el autobús, como las que organizamos nosotros. Pero mañana ya nadie hablará de esto, y se diluirán en un suspiro. Y yo, a gobernar, que se jodan.

La gota del día: Si en alguna ocasión cobran fuerza y sentido las palabras, incluso una de las más peligrosas, hoy es una de esas ocasiones y de esa palabra: El 15-O ha sido emocionante.   ¿Qué valor tiene la política frente a esto, si no lo asume?