Puntadas sin hilo

¿Somos mayoría?

Los españoles, creo yo, no sienten el menor respeto ni por el Parlamento ni por la Justicia ni por el Gobierno ni por la Oposición ni por la Policía ni por Europa ni por los Bancos y banqueros ni por la Monarquía ni por la Iglesia ni por la Constitución ni por las Autonomías ni por los alcaldes ni por los medios de comunicación ni por nada. Esto quiere decir que España está liquidada. España está siendo rescatada con fórceps. Dejémonos de bizantinismos. Esto quiere decir que España pertenece con fuerza a la estructura capitalista y que los capitalistas están haciendo lo que les da la gana, ellos se lo guisan y ellos se lo comen, naturalmente para los suyos y en contra y a costa de los ciudadanos peones siervos. Así de simple. No le demos más vueltas imposibles. Nos tienen en el cepo sin remisión. La vergonzosa fotografía de Roma con Merkel, Monti, Hollande y Rajoy ante los atriles como los cuatro tenores, los nuevos cuatro jinetes del Apocalipsis lo demuestra. ¡Hollande, quién te ha escuchado y leído y aprobado tu programa y quién te ve! Los capitalistas nos van a echar las migajas y la leche en polvo de un nuevo Plan Marshall. Con Rajoy como representante de los pobres de esquina de España. Los cuatro verdugos del bienestar social. Nos ajustician con el lento garrote de la miseria aliviada. Aliviada en la resignación, en el cretinismo y en el miedo.
Ahora, Julio Anguita ha descubierto la pólvora. Pero es lo único válido que anda por el panorama político español, junto con el demediado y por tanto inoperante Llamazares. Anguita propone que la izquierda se una, he ahí la pólvora, en un Frente Cívico sin descalificaciones ni soberbias. Naturalmente, su intento va a fracasar. Todas las izquierdas son estupendas, se dicen ellas mismas, que son las únicas auténticas. Es más difícil que las izquierdas se unan que un camello pase por el ojo de una aguja. Aunque sean mayoría, como afirma Julio Anguita. Mayoría culpable, añado yo. Son el líquido corrosivo que definitivamente liquida España y su rehabilitación. La catástrofe de Rubalcaba, el primitivismo de Cayo Lara, los cantos de sirena varada de los ecologistas, Izquierdas Anticapitalistas minúsculas, marxistas enrocados, abstencionistas, anarquistas y ácratas magos de la nada y el simple inconformismo. No hay fuerza política ni sindical alguna que en solitario sea capaz de poner fin a esta situación, mantiene Anguita. La verdadera revolución es cumplir la Constitución, remacha.
Y sin embargo el esbozo de propuestas presentadas por Anguita debería ser el contraveneno de la cárcel capitalista en la que nos tienen secuestrados:
1. Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 1.000 euros al mes. Esta cantidad es exactamente el 72% de la media de los seis países de la UE que lo tienen más alto: Luxemburgo (1610 euros), Irlanda (1.462 euros), Holanda (1.357 euros), Bélgica (1336 euros), Francia (1321 euros), Gran Bretaña (1.148 euros)
2. Ninguna pensión por debajo del SMI.
3. Extensión y ampliación de la prestación por desempleo. Todo lo anterior puede servir también para abordar con presupuestos concretos la posibilidad de la Renta Básica.
4. Reforma Fiscal: progresividad, persecución del fraude fiscal, la economía sumergida y los paraísos fiscales. Revisión de la legislación sobre las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV). Dotar de infraestructuras de todo tipo a la Inspección de Fiscal de la Hacienda Pública.

5. Banca pública como corolario de la nacionalización de la banca privada y las cajas de ahorros.
6. Nacionalización de los sectores estratégicos de la economía. Ley sobre la Obsolescencia programada.
7. Desarrollo de los contenidos de los Títulos Preliminar y VII de la Constitución.
8. Control y democratización de los canales de distribución y comercialización del sector primario de la economía a fin de evitar situaciones de oligopolio que inciden negativamente sobre los precios pagados a los productores y sobre los precios pagados por los consumidores.
9. Efectiva separación entre las iglesias y el Estado.
10. Reforma del Sistema Electoral en el sentido de implantar otro proporcional, con las CCAA como circunscripción y un colegio nacional de restos.

¿Hay alguien de izquierda que no esté de acuerdo con todo esto? No empiecen los puros y los maximalistas, por favor. Porque entonces ya no seremos mayoría, sino paladines de la queja estúpida y estéril, abanderados de dignidades autocomplacientes.

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