25/07/2012

Ayer, viviendo por encima de mis posibilidades, cogí un taxi. El taxista me hizo apuestas de que ni lo de Bankia, ni lo de Gürtel, ni lo de Urdangarin terminará con alguien en prisión, en el supuesto de que los juicios llegaran a celebrarse. Les da igual que digas que España tiene una de las legislaciones penales más duras de Europa y proporcionalmente el mayor número de ciudadanos presos. Quedamos en vernos dentro de cinco años para ver qué había pasado. Pero ésa es la creencia popular, y por tanto democrática, que no comprende por ejemplo que la señora Munar o el señor Matas no estén ya en prisión. No entiende que, como norma y como se hace habitualmente con todos los condenados, no se les debe encarcelar antes de que las sentencias sean firmes, por si luego son revocadas.
Y es que esto de escribir se pone cada vez más difícil. No vamos a estar todo el tiempo hablando de la crisis y del Gobierno. Antes, temprano por la mañana, nos enterábamos del tiempo que iba a hacer; ahora, lo primero que nos cuentan es si la prima ha subido o bajado. Y es que ocurre todo y no ocurre nada, por eso resulta tan difícil.
Por ejemplo, y sin que ello quiera decir que el taxista lleve razón, casi que es mejor que el Congreso no investigue lo de Bankia. Llegan allí y cada uno suelta su perorata, fundamentalmente poniendo mal a los demás, pero todos sabemos que no servirá para nada; nadie tendrá responsabilidad alguna y todo quedará reducido a un chismorreo político-social sin demasiado glamour.
Lo de la condenada por corrupción ex Presidenta de la Comunidad balear, María Antonia Munar, tiene más enjundia e intríngulis: ‘Nadie debería estar preso por corrupción’, osa decir en la que podría ser la frase del siglo. Bueno, la verdad es que nadie lo está. ‘El tema del dinero es un tema secundario que se arregla con dinero’, prosigue doña María Antonia. O sea, que roba todo lo que puedas, que si no te pillan te forras, y si te pillan lo devuelves y ya está. Solo si robas una gallina vas a la cárcel, aunque devuelvas la gallina y los huevos que haya puesto, pero no si te llevas unos millones en unos apaños de corrupción. He aquí el síntoma moral de una clase o casta. Ello debería bastar para que a la señora Munar, a la espera de que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre la decisión de la Audiencia balear, el Gobierno no la indultase si la condena fuera confirmada.
Lo de Gürtel empieza a pasarse un poco de castaño oscuro, aun comprendiendo la complejidad de la investigación. Pero deberían hacer piezas separadas y comenzar a juzgar por episodios para que los ciudadanos no caigan en el desaliento y yo pierda mi apuesta con el amable taxista.
Lo de Urdangarin, por el contrario, lleva su curso normal en tiempo y forma, y todos los días aparecen nuevos vericuetos que son necesarios precisar. Por ejemplo, el dinero ingresado a la infanta Cristina. Él continúa de ejecutivo importante de Telefónica.
Por eso van a tener razón quienes desean insistir en hablar del Gobierno y sus desmanes y desventuras. Gallardón está haciendo virguerías propias del vaticanista más cerrado. No le importa el sufrimiento ajeno, me refiero a las mujeres o a sus hijos nacidos en deformidad. Mientras tanto Castilla-La Mancha ha suprimido la prueba del talón a los recién nacidos que detecta de forma precoz más de 30 enfermedades congénitas, que se podrían aliviar. La crueldad y la bastardía del poder. ¿Pero no había prometido su jefe que nos iba a hacer felices a los españoles? La felicidad del dolor.

Las Comunidades Autónomas se apresuran a ponerse en la cola para que el Gobierno las auxilie. Catalunya, que es como el Barça de las autonomías, ha saltado al terreno de juego y ayudas. Ahora vendrá la disputa sobre si pide rescate porque el Gobierno central no ha pagado lo que debía o si han malgobernado y despilfarrado en gastos innecesarios. La guerra del pacto fiscal a la vasca para Catalunya se recrudece. Veremos qué decide el Real Madrid que es la Comunidad de Esperanza Aguirre.
Los dependientes imploran clemencia desde sus sillas de ruedas. Nos acusan de que los hemos abandonado a sus minusvalías, estrecheces y goteros. Por supuesto que llevan razón. Su protesta es la más justificada.
UGT y CCOO convocan manifestaciones para el 15 de septiembre, pasado el largo y cálido verano, temerosas de que una huelga general no triunfe.
Navarra recurre al Tribunal Constitucional lo restringido y eliminado en Sanidad y Educación. ¿No podría el Tribunal, ahora que está renovado, sentenciar antes de que los crímenes contra la sanidad y la educación se lleven a cabo?
Rubalcaba sigue con la tabarra de que quiere pactar, con el Gobierno, claro, nunca con su ala izquierda.
¿Tendrá razón el taxista? ¿Por qué no ocurre nada agradable en España por mucho que agitemos el caleidoscopio de la vida? ¿Estaré equivocado? ¿Qué ven ustedes si miran por él?

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Gota de la GRATITUD: Quiero manifestar mi agradecimiento al fallecido Gregorio Peces-Barba. Sin él, y sin tantos políticos de aquéllos, España aún estaría en la caverna.