Puntadas sin hilo

Catalunya cava su tumba

El conflicto con Catalunya empieza a ser como cuando en los colegios por esta época ponían de redacción El otoño, y todos nos lanzábamos a nuestros arrebatos líricos sobre la caída de la hoja y su tornarse de amarillo. Bien, comencemos:

Llega el 25-N, abreviatura de las pocas que quedan libres en el calendario político español, y las fuerzas catalanoindependentistas, que ya son todas, ganan las elecciones de paliza. ¿Y luego qué pasa? Pues lo mismo que ha ocurrido en el conjunto de España con la arrolladora victoria del PP: que, por abuso, inevitablemente sobreviene un gobierno fascistoide, en esta ocasión barnizado de ansia nacional-liberadora. Legislarán lo mismo que ya legislaban antes de las elecciones con el apoyo del PP. Pero ¿qué más? Nada, nada más, no es posible nada más, ni con ánimos excitados ni ciudadanos honrados en sus exigencias ni con vista y petición de ayuda a Europa, la gran Judas. La independencia no es posible. Ya lo dice el viejo y sabio Pujol.

Pero las relaciones con el resto de España se han tensado al máximo, hasta la rotura y quiebra. Todo muchísimo más desagradable y perjudicial para las partes, todos están hartos del otro. Catalunya, en mi criterio, ha roto la baraja e innecesariamente saca una nueva, que viene marcada de fábrica. Las disensiones anteriores elevadas de potencia. Todos víctimas, todos verdugos civiles, no hay más tregua posible que el odio, la reconvención constante y las descalificaciones mutuas. Sin pretenderlo, creo yo, a Catalunya se le ha ido de las manos su exigencia. De la reivindicación económica, a la que indudablemente tenían derecho, se ha pasado a un grito de libertad total, sin aceptación de federalismos o formas racionales de convivencia. Los rectores políticos necesitarán un temple no fácil de alcanzar. Todo se violentará, economía, enseñanza, protecciones sociales, imposibilidad de consultas populares, sanidad, pensiones, rescates, y toda suerte de abalorios políticos. Es otoño en Catalunya, sopla la tramontana del agravio, y el futuro, por un error de cálculo, no se presenta brillante ni esperanzador. Las posiciones se han radicalizado entre los habitantes de España, unos quieren fuerza bruta completa, otros desprecio y que se vayan, y todos están hartos. Incluso los catalanes no independentistas, que los hay y tan catalanes como los demás, se preguntarán ¿y con nosotros qué pasa, nos pueden obligar a lo que no queremos, a algo tan serio como la independencia, por una simple cuestión de votos, mañas, presiones y anulación de voluntades? El definitivo enconamiento.

Naturalmente, nos suspendieron en la redacción.

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Gota RESUMEN DE 25-S: Contrariamente a lo que yo creía, estimo que la manifestación ha tenido bastante impacto, no tanto por el número de participantes como por la intensidad de la protesta. No obstante, la errónea - por sus exageradísimos objetivos y equivocada geografía -, concentración de ayer paradójicamente refuerza al Gobierno. Las reivindicaciones económicas y de derechos fundamentales y laborales, que constituyen el núcleo del sufrimiento actual de los españoles, se desdibujan y pierden pujanza al intentar la remoción del sistema político que pretendía la manifestación.

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Gota de MI IGNORANCIA: Sigo sin saber qué es la izquierda.

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