Puntadas sin hilo

España, última hora

Mientras la batalla del mundo se libra en la televisión norteamericana con los debates entre el candidato demócrata Obama y el candidato republicano Romney para acceder a la presidencia de los Estados Unidos, aquí nos malgastamos en batallitas nacionales que nos impiden concordia y estabilidad. Los españoles estamos a favor del garrotazo, más o menos cordial y suavizado.

Parece que el primer combate lo ha ganado el republicano, y su golpe decisivo fue decir que no quiere que Norteamérica siga el camino de España, en lo que ha sido brutal certificado de la ‘herencia recibida y mantenida’ y epitafio de la Marca España. Los Estados Unidos nos han enterrado en la cal viva del descrédito mundial.

Y en esta nuestra pugna nacional seguimos deshojando la margarita del rescate, jugamos a la oca de las libertades amenazadas, y el monopoly de Catalunya se pone caro.

El domingo próximo, los 95.000 espectadores que asistan al partido de fútbol entre el Barça y el Real Madrid (que debería sacudirse lo de Real tras el golpe de Estado pacífico y votado de Florentino Pérez por el que ya solo podrá ser presidente del equipo quien tenga una fortuna de al menos 80 millones de euros), los 95.000 asistentes, como digo, levantarán unas cartulinas con las que compondrán la bandera senyera de Catalunya a lo largo y ancho de todo el estadio en una rotunda reivindicación de identidad nacional, realzada en los minutos 17 y 14 segundos de cada parte, en las que lucirán a pelo banderas esteladas, claramente independentistas. Por supuesto que tienen derecho a adornar así el campo, pero es la primera vez en la historia del Barça en que renuncian a sus colores propios para pasar a mezclar, aunque se diga que no, lo deportivo con lo político. El frente cívico de Catalunya queda, pues, abierto y con constancia mundial, dada la difusión del partido.

La batalla de la libertad sigue áspera, aunque hasta ahora solo es de guerrilla, y los jueces han comenzado a actuar, con protestas tras los cristales blindados de la Audiencia Nacional. Manifestarse es ya un juego de ajedrez. El Gobierno ha dicho que no limitará ese derecho, lo que constituye el gran argumento de que lo limitará, bajo las argucias que precisen, dada su propensión conocida a hacer lo contrario de lo que dice o promete. Pero es difícil que aumente el número de los héroes que se manifiestan, se llevan los palos y a casa tras dormir en comisaría y peregrinar por los juzgados, y, lo que es más grave, al grueso de la gente no le preocupa excesivamente que se recorten sus derechos fundamentales.

Lo de la situación económica es el cuento de la buena pipa de lo inarreglable, y seguimos a la rueda-rueda de la crueldad de Europa y de nuestra propia incompetencia. El Gobierno ya no sabe qué hacer con el lenguaje para disimular ‘la que se avecina’. Retrasan, malinforman, adulteran significados, pero el más torpe entiende que el candidato republicano estadounidense tiene razón. Si no hay trabajo, si no consumimos porque no ingresamos, si no hay inversión, si la austeridad es exterminadora, y, sobre todo, si no se estimulan nuevas profesiones y actividades, como ocurre en todas las economías sensatas del planeta, ¿cómo vamos a dejar de ser un país de ruina en ciernes? Solo una reordenación de la justicia social nos salvaría. Pero nadie está por ello. Preferimos la disputa permanente.

Por cierto, el Barça ganará 3 a 1.

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Gota SIN CALIFICATIVO: Si se ofrecieran 1.000 puestos de trabajo como policía antidisturbios con un sueldo de 2.000 euros mensuales, ¿cuántos españoles se presentarían?

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Gota PERIODÍSTICA: Diario ABC: ‘Un policía agredido durante el 25-S pierde un 30% de visión en un ojo. Vestía de paisano y podría que tener que darse de baja en el Cuerpo, aunque habrá que esperar entre uno y dos meses para el diagnóstico definitivo. Según Europa Press, el policía herido es Jefe de Grupo de la Brigada de Información de Madrid. Fue en el momento en que intentó detener a uno de los violentos que estaba incitando a los enfrentamientos contra la Policía cuando otro grupo se percató de su verdadera identidad y le propinaron una paliza’.

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