Hace no muchos años el anuncio de huelga general conmocionaba al país. Ahora solo suscita una mueca de duda y recelo de su éxito. ¿Demérito de los sindicatos, demérito de los trabajadores? Tal vez de todo un poco, pero principalmente mérito de la clase dominante. Han conseguido, naturalmente con el apoyo del Gobierno, deshuesar la fuerza reivindicativa de los laboralmente oprimidos, funcionarios apaleados, y los modestos empresarios autónomos que apenas sobreviven. Y sin embargo y a pesar de ello es lo que más siguen temiendo los dominadores del país. Y sin embargo también es el último refugio, la última bala, la última esperanza del pueblo vejado y machacado, ahora con el apoyo de la Cumbre Social a la convocatoria, que representa a miles y miles de ciudadanos.

Enseguida vendrán los difamadores profesionales, incluidos los de este blog, que dirán que los sindicatos la convocan ahora porque el Gobierno les ha quitado sus subvenciones y prebendas, pero bien que con el anterior, dirán, permanecían conniventes en silencio y sin lucha. Añadirán la repetida calumnia de que sus dirigentes no solo cobran sueldos enormes, sino que se han enriquecido y disfrutado los placeres de comilonas, viajes y pisos como los más acendrados burgueses. Razonarán que ya era hora de que a los inútiles representantes sindicales les llegase el castigo de suprimirlos y obligarles a volver a sus trabajos, aunque los trabajadores queden indefensos frente a la nueva ley laboral y al albur de lo que la buena o mala voluntad de los empresarios quieran. Por eso es dudoso el éxito, pues estos angelitos no solo les descontarán el salario de ese día, sino que les amenazarán con el despido fulminante y sin contraprestación, y ser sustituidos por otros trabajadores más baratos.

Por eso tampoco valdrán los argumentos de los críticos que con su mejor ánimo dirán y defenderán que la huelga debe ser indefinida para que surta efecto, manifestación que normalmente hacen quienes no van a la huelga por las razones que sea y predican desde sus casas y ordenadores. Incluso dirán que lo que había que haber hecho era un Fondo de Ayuda, como en otros países, para estos casos de huelgas largas; pero que no hubiesen soportado que a ellos les descontasen ni un céntimo para el fondo, aunque bien que se benefician de los muchos o pocos logros que consigan los sindicatos.

Naturalmente tampoco faltarán los integrados o defensores de sindicatos de menor afiliación, que dirán que se les menosprecia, en vez de subirse al carro, único fin importante.

Pestes echarán de los piquetes, acusándoles de violencia, ellos que usan la violencia del hambre y la incertidumbre del trabajo, a lo que colaborará la práctica totalidad de la prensa.

Ya se conocen los resultados de la huelga: según los sindicatos ha sido un éxito y la ha seguido el 80%, y según el Gobierno y la patronal ha sido un fracaso con un seguimiento de apenas el 20%.

Pero lo que está claro es que éste es el último cartucho para que los españoles alcancen algo que atenúe su penuria económica y social, algo que permita continuar la batalla sin hundirnos ni avergonzarnos, algo que nos confirme como personas y no como esclavos. Los sindicatos y la Cumbre Social hacen lo que pueden, lo mismo y el mismo día que los sindicatos europeos. Es la gran lucha continental del trabajo frente al capital de extrema dureza. Veremos si los ciudadanos también hacen lo que puedan o preferirán continuar viviendo en la resignación. Veremos si el pueblo no merece el sufrimiento que se le está infligiendo. No caigamos en disculpas zafias. Empujemos todos, por favor y por decencia.

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Gota RELIGIOSA: Más de la mitad de los jóvenes españoles no saben quién es Jesucristo. Lo ha revelado el obispo Munilla a través de la Conferencia Episcopal. Ya solo queda la otra mitad. Espero que, salvando las distancias, por esta apostilla la Iglesia no me excomulgue como ha hecho con Gregorio Peces Barba un mes antes de su muerte, según Decreto de Excomunión firmado por el cardenal Tarsicio Bertone.

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Gota DOLOROSA: Israel calculó las calorías que necesitaban los palestinos para evitar la desnutrición total, y solo permitían ese número de camiones con alimentos.

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Gota GRAVÍSIMA DE LA CONFRONTACIÓN CATALANA: ‘Los Mossos d’Esquadra estarán al servicio de la Generalitat en caso de conflicto’, afirma el Consejero de Interior, Felip Puig. ‘La policía catalana obedecerá al Ejecutivo catalán si Madrid impide el referéndum’.