Tal como está la situación, hace falta ser muy optimista para no ser pesimista. Porque, por ejemplo, ¿cómo se justifica moral, política o socialmente que mientras hay seis millones de parados, es decir, españoles que no tienen ningún empleo y o no cobran ya prestación o cobran una cantidad irrisoria, María Dolores de Cospedal haya ganado 156.000 euros netos, repito, netos, en cuatro trabajos? Es uno de los pequeños escarnios del capitalismo y de la desvergüenza.

¿Cómo se puede ser optimista si se piensa que por qué los socialistas no hicieron lo que ahora propugnan para paliar la crisis (reducción del precio de los medicamentos, reforma laboral acordada, tasa a los bancos, impuesto a grandes fortunas...)

¿Cómo serlo ante algo tan absurdo como el IVA, que llamas al fontanero para que te arregle una avería y el Estado se lleva por las buenas el 10% o tienes que cambiar de gafas y se lleva el 21% sin comerlo ni beberlo? ¿Qué tiene que ver el Estado con las cañerías y las gafas?

¿Cómo serlo si los 33 consejeros de Bankia alegaron todos desconocimiento y solo por firmar cobraron 12,6 millones de euros y ninguno es responsable de nada?

Si siempre sospechamos de todo lo que hagan los jueces?

Si no podemos manifestarnos en referéndum si queremos una monarquía o una república, si estamos de acuerdo o no en los privilegios de la Iglesia Católica, si queremos permanecer en Europa y acatar sus normas por duras que sean.

Si no se cambia la ley electoral, tan injusta.

Si la izquierda, de puros que son todos, es incapaz de coordinarse.

Si hemos convertido los blogs en ‘insultorios’.

Si se prevé con todo fundamento que el nivel de vida de los españoles descenderá este año de modo importante, y el consumo se hundirá.

Si la revolución no es posible.

Si permitimos que los políticos mientan tanto, y hasta hagan juegos de palabras en ordenadores de mano que les pagamos nosotros mientras se votan asuntos trascendentes y no les pasa nada ni los destituyen.

Si nos hemos habituado a que los partidos políticos no cumplan sus promesas.

Si ya no te puedes poner enfermo sin que te despidan o quiten la mitad del sueldo.

Si no sabemos si podremos pagar el recibo de la luz.

Si no permitimos que los catalanes expresen su voluntad.

Si ya no sabemos qué es o no es la democracia.

Si seguirán desahuciando a la gente de sus viviendas.

Si España se ha convertido en un país triste.

Si no sabemos cuál y cuándo será la primera mala noticia del año.

Pero a pesar de todo, resistiremos. Con desprecio y resentidos, pero resistiremos. Los débiles frente a los poderosos. Porque ¿qué le gustaría que ocurriese en el 2013 y qué cree que ocurrirá y con qué se daría por satisfecho de que ocurriese?

Feliz Año Nuevo. La esperanza del ser humano es indestructible: esta noche se enviarán en todo el mundo 50.000 millones de mensajes cortos telefónicos.