Han sido derrotados, pero no se consideran fracasados. Llevan en sus rostros los años de cárcel. Pero continúan teniendo sentimiento de pertenencia al grupo. Fueron capaces de mantenerse unidos. Era fácil: su objetivo era común e irrenunciable. Odio en los ojos, ni una brizna de arrepentimiento. La patria justificó aquello. Se consideran ejemplo. La lucha seguirá. Cuando sea. Esta fotografía será la orla de la solidaridad y la amistad surgida entre ellos, aunque en realidad sea la orla del terror, resulta espeluznante. Son víctimas. Sí, causaron mal, pero fue necesario. Ensayemos la vía política, en la que en verdad no creemos, lo nuestro son los tiros en la nuca. La nostalgia de la violencia y de la muerte. Es irrelevante quiénes fueran las víctimas, ellas se lo buscaron. Hemos sido, dicen, derrotados, pero aquí estamos posando orgullosos. La edad no nos reblandece. Aún tenemos fuerza. Para que nos escuchen, unos y otros. Para forzar voluntades. Como reclamo social. Poca boina y poco pelo. Vestimenta gris, como nuestro futuro económico. Pero no nos importa. Nuestra ambición no es ésa. Queremos y sabemos que nuestras familias, nuestros hijos, están orgullosos de nosotros. Seguimos siendo la bestia negra de la opresión. No hay plazo de caducidad para nuestra lucha. No pararemos hasta que excarcelen a todos. Y si no, iremos a Estrasburgo. Al Tribunal de Derechos Humanos que tanto nos han negado. ES mentira, no hemos sido derrotados. Naturalmente que no nos arrepentimos. ¿Por qué íbamos a hacerlo? No es una obligación legal. Seguiremos siendo la esperanza complementaria y necesaria. El país es nuestro, nuestras personalidades individuales se reharán, nuestras vidas volverán a ser las de antes. Teníamos razón, tenemos razón, siempre la tendremos. Somos un pueblo. ¿Por qué no nos lo reconocen? Ésta será la instantánea de la historia de Euskadi. Represión, solidaridad y una infinita tristeza en los ojos.

____________________

Gota MONARQUÍA: Según encuesta diario El Mundo, que tiene dinero para todo, 2no llega al 50% el porcentaje de españoles que respalda a la Monarquía como forma de gobierno. El 62% quiere que el rey abdique. Sube la valoración del Príncipe hasta el 66%.