Puntadas sin hilo

Cosas que sé y cosas que no sé

Reconozco mis limitaciones e insuficiencias: hay cosas que sé y cosas que no sé, no soy un columnista que lo sepa todo de todo. Y es más, mucho más, lo que no sé que lo que sé:

No sé si el programa de Jordi Évole sobre el 23-F me pareció un acierto y un alarde de imaginación y audacia o una villanía inadmisible. No sé si el sentido del humor y la ficción pueden servir de escudo a uno de los momentos más tristes y preocupantes de nuestra historia reciente. No sé si fue una broma macabra y de pésimo gusto. No sé si quienes lo vivieron de adultos creyeron o no lo que se nos contaba en el programa y se lo hubieran tragado si al final no se nos informara del truco. No sé si es legítimo jugar con la angustia y el peligro que vivimos los españoles, cuando Évole aún era un imberbe. No sé si es correcto contar la Historia como farsa. Tejero y los 200 guardia civiles no eran marcianos de Welles ni Milans del Bosch tampoco.

No sé si es incoherente que los encapuchados etarras se llevasen las armas, no iban a abandonarlas en el piso de Toulouse ni entregarlas a los verificadores, que no estaban para eso, no sé qué se debe hacer con ETA y con los presos, no sé si estaría bien acercarlos al País Vasco ni si nunca estuvo bien acercarlos, no sé si el olvido y el borrón y sociedad nueva es lo procedente, no sé si tanto dolor puede desaparecer repentinamente.

No sé si es delito no prestar auxilio y por el contrario hostigar a quienes tratan de llegar a nado a tierra, estén en aguas de un país o de otro, lleguen con papeles o sin ellos, no sé si se debe restringir drásticamente o no la llegada de inmigrantes, no sé si le pueden poner puertas al mar, no sé si les asiste la razón por completo de tanto como los hemos expoliado y saqueado a ellos y a sus ascendientes, no sé si tiene solución o si la única es ir trampeando sin quebrantar dignidades.

No sé si debe imputar definitivamente a la Infanta o no,, no tengo conocimientos jurídicos bastantes, por más que su actuación haya sido reprobable social e institucionalmente, no sé si alguien firma sin leer lo que le presenta su marido porque se fía de él es punible o no, habría que preguntar a los miles de preferentistas que firmaron sin leer letras pequeñas y perdieron su dinero.

No sé cuál es la solución para Catalunya, no sé si deben votar todos los españoles o solo los catalanes, no sé quién es el sujeto constituyente, no sé si cabe diálogo entre unos que niegan toda posibilidad de independencia y otros que solo quieren la independencia y no s conforman con menos, no sé si en estos casos se debe respetar la legalidad o no, no sé si el derecho de autodeterminación es aplicable únicamente a los supuestos de colonización y no sé si Catalunya está incluida en ese supuesto o no, no sé qué medidas hay para impedirlo, no sé qué medidas hay para lograrlo.

Sé que este Gobierno ha impuesto en España una durísima y escandalosa división económica, sé que ha dejado a millones de españoles en la pobreza o aledaños. Sé que eso es irrecuperable, sé que ha hecho de España un país desfigurado, sé que ha establecido la injusticia social, sé que ha favorecido a la banca con el dinero de todos, sé que ha incumplido todo lo que prometió, sé que es un Gobierno inmoral, sé que la mentira es su norma, sé que no son buenas personas.

Sé que los españoles, indebidamente, tragamos con todo, tragamos con que privaticen el agua, con que alguien con cuenta ilegal en Suiza amenace con hablar si le expedientan y no le expedientan, con que la Iglesia Católica pueda inscribir a su nombre más de 30.000 inmuebles, entre ellos la Mezquita de Córdoba por solo 30 euros, convirtiéndose en el mayor patrimonio inmobiliario de España, que haya mil imputados y todos sigan en sus cargos políticos, tragamos con las prospecciones petrolíferas en Canarias y costa mediterránea arruinado el turismo, con que privaticen los Registros civiles, con la reprobación a que son sometidas las mujeres y las objeciones y dificultades que se les ponen para abortar de modo que cuando las solventen ya habrán dado a luz, tragamos con la reforma laboral, con el famoso artículo 135 de la Constitución, tragamos con la Constitución en sí misma como texto baldío, protestamos y nos manifestamos tanto para que los dos partidos centrales mejoren pero no para dejar de votarles. ¿Tragaremos también con renovarles el poder en las próximas elecciones o preferiremos seguir viviendo entre el saber y el no saber, ente la humillación y el desprecio o la responsabilidad política y la exigencia ciudadana?

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