La prueba del muy escaso interés de los españoles por los asuntos políticos es el ridículo 9,5 % de audiencia que tuvo el debate PP-PSOE, frente a, por ejemplo, el 27,7 % de Resurrection.

La prueba de la falta de objetividad de los medios de comunicación es que en las encuestas que todos hicieron sobre quién fue el ganador, los resultados obedecen matemáticamente a las posturas ideológicas de los medios. Hallando un promedio, se puede decir que ganó Cañete. Con razón la mayoría de los medios son de derechas.

El debate lo ganó Valenciano porque dio menos cifras que Cañete, y habría ganado por mucho más amplio margen si no hubiera dado ninguna. Habría bastado con que se dirigiera a los espectadores y les hubiese preguntado "¿Se imaginan ustedes cómo sería España si el Partido Popular hubiese gobernado ininterrumpidamente durante los últimos treinta y nueve años? Terrorífico. Una continuación disimulada del franquismo, partiendo del golpe de Estado del 36 y conservando todos sus valores. Un páramo cultural, una ciénaga moral, una brutal e injusta desigualdad económica, miedo, temor, represión. Probablemente ni habríamos entrado en Europa, de machos que somos. Es decir, España estaría como está hoy, multiplicada por n, ¿se imaginan cómo sería si siguieran gobernando ininterrumpidamente otros treinta y nueve años? Vamos camino de ello si la izquierda sigue así. Yo desde aquí, en nombre de mi partido, tiendo la mano para que nos pongamos de acuerdo e impidamos que España siga siendo como hoy y sobre todo cómo será. Porque ustedes, señores ausentes de pequeños partidos o abstencionistas, son necesarios para impedir que siga gobernando el partido de este señor que tengo enfrente. Pactemos, cedamos, olvidemos rencores. Solo así tendremos razón, solo así nos respetarán los ciudadanos." Cañete se habría quedado K.O. porque no lo llevaba escrito en los papeles, y los españoles, hoy, estaríamos expectantes. Hubiera sido la mejor demostración de que no son lo mismo que el PP, que tanto les preocupa. No hubiera sido una ruptura absoluta con sus últimos postulados, sino una fe de errores cometidos y una rectificación de rumbo. Dentro de los parámetros que más aprecian los españoles: huir de radicalismos o extremismos. Valenciano ganó frente a Cañete, pero perdió frente a los ausentes y los españoles. Ahora está por ver si el día 25 ganó Cañete, ganó Valenciano o ganaron los ausentes, incomprensiblemente postergados por Televisión Española. Está por ver si entre Cañete y Valenciano reúnen más del 50% de los votos de los electores. Lástima de debate.

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Gota REPUGNANTE: ‘Cañete dice que fue benévolo con Valenciano para no parecer machista’. Motivo más que suficiente, excluyente, para no votarle en ningún caso.