Aunque se estrellen. Tengo necesidad física y metafísica de un cambio sustancial. No lo van a dejar peor de lo que ya está. No soporto más esto. Y digo Podemos porque creo que ha engullido a Izquierda Unida, aun siendo similares su programas. Pero IU se ha anquilosado. Creo que millones de españoles sentimos esa misma necesidad. Abrumados por la historia, angustiados por la degeneración política, hastiados de la incomodidad de vivir así. Y conste que soy un privilegiado, no digamos quienes viven en los desafueros del destino.

Y tampoco tienen por qué fracasar. Somos muchos a apoyarlos, somos más a defenderlos de los inhumanos ataques de los poderosos y los conformistas. No queremos sangre, no queremos guillotinas. He vivido decenios de crueldades e injusticias, he sido un burgués culturalmente mediocre. He visto y veo desigualdades pavorosas, inexplicables, injustificables. He visto beaterios fanáticos y tradiciones brutales. Relegar a la ciencia, a la filosofía, al mínimo saber. He visto falsear la Historia. Robar, sobornar, caciquear, conciencias anuladas. Violencias policiales, que aún perduran. Jueces prevaricadores no castigados. Millones de aduladores. Zafiedad, como la de ahora. Mujeres reprimidas, como las de ahora y no por sus voluntades. Tolerancias a regañadientes, como las de ahora. He vivido los últimos cuarenta años, y todos los anteriores, en una corrupción generalizada, aceptada y no perseguida. Una democracia aceptable, pero balbuceante e inmóvil. Mentir para gobernar. Gobernar para mentir. Herencias recibidas y herencias dejadas. Torturas y derechos humanos contravenidos. Soberbias y vanidades. Gente buena, gente mala. Políticos miserables. Obispos y generales. Cartillas de racionamientos y comedores escolares cerrados, como ahora. Muertos olvidados, siempre de un lado. Justicias eternas del cuento de la buena pipa. Sindicatos, patronales, huelgas reprimidas, manifestaciones boicoteadas. Pantallas de plasma. Constitución bloqueada. Reinos de taifas autonómicos. Anodina realeza, república temida. Insultos y calumnias a granel. Europa no se sabe si deseada. Deudas impagables. Los de arriba y los de abajo. País de drogas. De concordias provisionales. Avaricias y despechos. Envejecido país, juventud bifurcada. Parlamento como Museo Nacional. Ciudadanos viajeros arrastrando maletas con ruedas, muchachas caminantes abstraídas en sus teléfonos. Pobreza ocultada. Viviendas desahuciadas. Bancos estafadores. Yo quiero que se haga un balance de España, con sus pros, que han sido muchos, y sus contras, que han sido más. Quiero que venga alguien, algo, lo necesito, física y mentalmente, a lo que agarrarme para seguir o empezar a creer en mi país, no quiero vivir por más tiempo en la libertad vigilada en la que nos consumimos.