Puntadas sin hilo

Los cinco magníficos

Ya sé que 795 comentaristas volverán a descalificarme, pero me parece un grave error que Telecinco no haya aceptado que Pablo Iglesias y cuatro de sus principales colaboradores (Errejón, Monedero, Bescansa y Luis Alegre) acudiesen anoche al programa Un tiempo nuevo, que prefirió perder el tiempo con esa chorrada del pequeño Nicolás. Alegar que Iglesias debía cumplir estrictamente lo acordado y asistir únicamente él es una sandez y un privarnos de examinar con cinco periodistas avezados a la cúpula de Podemos. Ni los unos ni los otros habrían tenido escapatoria para fijar posiciones políticas y profesionales. Hubiéramos tenido allí a los responsables del movimiento social y electoral más importante de los últimos años. Habríamos conocido desde las irregularidades de Errejón hasta la financiación de La Tuerka o en qué consistirá por fin la renta básica y manera de pagarla o cómo se llevaría a cabo la auditoría de la deuda, y todo ello ya sin generalidades ni ambigüedades, salvo que quisieran exponerse a que algún periodista cabrón - como le dijo Iglesias a Évole que le gustaría - les preguntase que entonces para qué habían venido al programa. Sin excusas ni añagazas. Sin indas ni federicoquevedos. Sin perjudicarles pero sin favorecerles. No me extrañaría que los cinco magníficos (dicho es sin desprecio alguno, sino como elogio) de Podemos acudan el sábado próximo a la competencia de La Sexta, en tanto pudiera ocurrir que Un tiempo nuevo haya sido retirado del cartel. ¿O es que querían linchar a Iglesias solito? Telecinco ha dejado escaparla oportunidad de analizar con rigor el futuro próximo de España, de saber si son unos impostores o no, unos iluminados o no, unos idealistas imposibles o no. Era una propuesta apasionante y realista. Este set lo ha ganado Podemos. Ahora solo queda que empecemos a entender que un quinteto siempre es mejor y más representativo que un líder acaparador de mando. La única objeción a la propuesta podría haber sido que por qué no incorporaban al excluido Pablo Echenique y convertir el quinteto en sexteto, al menos oficiosamente y por una noche. ¡Y hasta haber llevado a Echenique en el grupo de periodistas! O incluso le podrían haber preguntado qué pasaría si Echenique decidiese formar un partido con verdadera apertura y respeto a las bases. Por cierto, ¿a ustedes qué les parecería, por quién se decantarían, quién creen que tiene más autenticidad?

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