Que la Comisión Europea recrimine a España por el nivel de pobreza y por el aumento de la desigualdad debería remover nuestras entrañas democráticas y hacer que castigásemos a los autores de tal asesinato social. Pero aquí ya no nos inmutamos por nada. Solo el 25 % de la población se conmueve y está dispuesto a propiciar un cambio político que aborde el drama. Pero el 75 % restante permanece ajeno y da por aceptable la situación, consolidándola con sus votos. O nos importa un ardite o nos encogemos de hombros por estimar que ‘nosotros no tenemos la culpa’. Confundimos culpa y causa. Es una forma de obscenidad manifiesta. Es más, insistir en recordar esta realidad de pobreza y desigualdad o de paro sin prestación alguna no provoca el menor efecto ni en la acción política ni en las conciencias y suena monocorde y gastada queja. Se dice pronto: 12,5 millones de españoles, no lo digo yo, lo dice la Comisión Europea, se hallan en riesgo de pobreza y exclusión social, y España figura entre los países de la UE con mayores desigualdades. Repetir esta verdad origina rechazo, desprecio o desinterés absoluto. Lo mismo que nos dejamos engañar por el Gobierno pese a que el Presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, afirme que no se puede hablar de recuperación con el paro existente en España.

Incluso ha comenzado la moda por parte de la derecha intelectual más cutre y, repito, obscena, de catalogar de emergencia o riesgo social a quienes tratan de remediarlo, es decir, a Podemos. Según esa derecha concertada Podemos es la auténtica emergencia social que sufre España, en una nueva vuelta de tuerca de la obscenidad más abyecta. NI siquiera formula una crítica seria y razonada de sus insuficiencias. No; se limita a la descalificación rotunda, grosera y a priori. Las cosas están bien como están, y solo son mejorables dentro del mismo juego de tronos. No caben novedades. Que se jodan los pobres, como antes los trabajadores, y los socialmente débiles. Nadie puede traspasar las murallas de lo establecido. Quien lo intente será abatido, aunque las famélicas legiones le apoyen.

Nos perdemos en la marabunta de las discusiones baladíes y olvidamos lo esencial para ser personas en lucha. Somos chismosos de lo trivial. Vivimos en la obscenidad de lo caduco y repetido. Aunque los experimentos supusieran temeridad y fracaso, merecería, merece, la pena intentarlo. ¿Por qué España es distinta de Europa si quiere ser Europa? No más pobres, no más desigualdades, no más emergencias sociales. Es cuestión de honestidad y buena fe, es cuestión de que nuestras conciencias se sientan golpeadas y hagamos el experimento con algo más que con gaseosa. Renovarse o morir de obscenidad. Todos tenemos la voz y la palabra. Aunque algunos rebuznen en las televisiones, las radios y los periódicos.

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Gota ANDALUZA: Según el CIS, el PSOE lograría 44 escaños, a 11 de la mayoría absoluta. El PP bajaría a 34. Podemos alcanzaría 21-22 escaños. IU 4-5 y Ciudadanos 5.