Asuntos & cuestiones

Una Europa generosa

Oí en un informativo que Europa estaba dispuesta a aceptar presos de Guantánamo que estuvieran encerrados "sin cargos", para ayudar a Obama a desmontar aquella prisión. ¡Sin cargos! ¡No se les acusa de nada! ¡Llevan años secuestrados y, mientras, se les tortura! Uno ya no sabe si es, precisamente, al comentarlas sin que nada ocurra cuando estas prácticas criminales se hacen cotidianas y adquieren carta de normalidad. Los responsables lo reconocen, lo cuentan como si estuvieran dando el resultado de la jornada deportiva, entendiendo que con ello quedan absueltos de toda responsabilidad, como si la confesión del reo le eximiera de la culpa. El señor Bush y los suyos legitiman, al practicarlos, los métodos terroristas que dicen perseguir. Sólo se diferencian de su enemigo en una cosa: nadie va a juzgarles por los crímenes cometidos. Bueno, también en otra: son de los nuestros y debemos mirar para otro lado.

Mientras, nuestro país trabaja en labores de reconstrucción en Afganistán. Un problema complejo que se debate poco es que en estas misiones existen dos grupos que operan en paralelo. Por un lado van las misiones enviadas por la ONU, en son de paz, y por otro, las operaciones militares de instauración de la democracia que corren a cargo del Ejército de los EEUU que es el que parte y reparte. El Ejército americano no se deja coordinar y, mucho menos, recibe órdenes de nadie, es decir, va por libre. En estas circunstancias es fácil que te dejen con el culo al aire si mientras estás allí currando con uniforme y armado, tu aliado está bombardeando, secuestrando y torturando. Las imágenes de la repatriación de los cuerpos de los soldados muertos nos hacen plantearnos preguntas. Una de ellas es si la operación Libertad Duradera cumple su objetivo de luchar contra el terrorismo o, por el contrario, es su principal banderín de enganche, la mejor propaganda de que disponen los talibanes en sus oficinas de reclutamiento. Visto lo visto, la respuesta es evidente.

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