Asuntos & cuestiones

Los que se tiran al ruedo

El señor Camps afirma que su Gobierno es el más transparente de la historia y no dice ninguna tontería. Lo que ha ocurrido en su comunidad está claro. La presunción es tal que linda con la evidencia. Hay personas que llevan muchos meses encarceladas por haber recibido dinero de forma presuntamente irregular de las arcas públicas mientras, paradójicamente, los que adjudicaban los contratos, los pagaban y se llevaban, presuntamente, su parte, no han corrido la misma suerte.

Parece que la Justicia es igual para todos, pero dentro de un orden. Así, el día que se supo que Camps podía ser imputado, el vicepresidente del Consejo del Poder Judicial, Fernando de Rosa, se reunió con él (aunque negó tal reunión, mintiendo de forma flagrante) y a la salida del encuentro con el presunto implicado, del que fue conseller de Justícia, hizo unas declaraciones impropias de quien vela por la independencia de los jueces. Afirmó que Baltasar Garzón podría estar prevaricando, y que el president Camps era "una persona honorable".

En otra muestra de imparcialidad, el otro día decía en la radio que "cuando alguien comete un delito es objeto de un procedimiento". Refiriéndose a Garzón, no a Camps. Para De Rosa, el juez no merece la misma presunción de inocencia que su amigo, el honorable. De paso, contestó a Garzón por decir que se siente en una situación injusta, alegando que "cuando era juez penal, todos los que comparecían ante él decían lo mismo". También Camps afirma sentirse perseguido, pero De Rosa no ve ahí excusas de reo. Ejerce de abogado de su ex jefe, sin cortarse un pelo, mientras pide la inhabilitación de Garzón. Bienvenidos al Estado de derecho.

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