Asuntos & cuestiones

Radiografía de un atentado

Los tanques se situaron frente al Hotel Palestina en la orilla del río Tigris. Los periodistas se encontraban recluidos en el hotel por su seguridad. Habían tenido algún encuentro en las horas previas con los soldados que sabían con nombres y apellidos las habitaciones que ocupaban. José Couso aprovechó la reclusión para grabar imágenes desde el balcón junto a su compañero ucraniano Sasha Protsyuk. En un vídeo de France 3, se aprecia que en ese momento la situación era muy tranquila. El reportero David Charter de Sky News vio cómo el cañón de uno de los carros se giraba y apuntaba al piso decimoquinto del Hotel Palestina. Disparó y causó la muerte de los dos periodistas.
Las sucesivas versiones del ejército americano fueron aceptadas sin rechistar por el Gobierno español. En un primer momento, dijeron que se trataba de un francotirador. Más tarde, que Couso pasaba información a los francotiradores y que, cuando le mataron, cesaron los ataques. Ambas versiones tienen un inconveniente: desvelan que la finalidad del ataque era matar a Couso. Por eso es inexplicable que la Fiscalía de la Audiencia Nacional se empeñara en pedir al juez que archivara la causa cada vez que se abría, alegando que no hubo tal intención, contradiciendo la declaración de los propios autores. Invertía su función convirtiéndose en defensa de la parte acusada.

Los documentos de Wikileaks explican esta sinrazón.
José Couso fue asesinado deliberadamente en un ataque coordinado contra el Hotel Palestina y las televisiones de Al Jazeera y Abu Dabi. No hay razón de Estado que justifique este crimen. La Justicia debe actuar sobre responsables e instituciones que amparan esta indignidad.

Más Noticias