Asuntos & cuestiones

Nuclear sí, por supuesto

Como secuelas del terremoto de Japón, un maremoto destruye las costas, los volcanes entran en erupción y con ellos el debate sobre la energía nuclear.
Sorprende la uniformidad de pensamiento, tanto de tertulianos como de moderadores, en torno a la necesidad de este tipo de energía que nos venden como insustituible y, por primera vez, sin duda debido a la proximidad de las elecciones, son los altos cargos de la jerarquía política los que enarbolan la bandera del escepticismo y el celo en las medidas de seguridad.
"Nada puede hacerse ante una catástrofe así", dicen, olvidando que uno de los dos componentes del desastre es evitable.

Ha llegado el momento de reconocer que hemos tocado techo en cuanto al acceso a los bienes de consumo, y que el suicidio colectivo, como el de los hámsteres en los acantilados, es sólo una opción. Tenemos un pequeño historial de catástrofes y este parece sólo el principio. No sé en qué se basan los defensores de las nucleares para pensar que no volverá a haber terremotos, maremotos, fallos humanos o ataques de locos. Como hombres de ciencias saben que las probabilidades de sufrir accidentes de consecuencias imprevisibles serán mayores cuando este tipo de centrales estén por todas partes, toda vez que se nos presentan como innegociables.
El principal obstáculo, como con el motor de explosión, es el gran negocio que hay montado a su alrededor y contra eso, en la era del dios-economía, es difícil luchar.
Lo único indiscutible es que todos los pasos que damos se encaminan hacia la destrucción del planeta.

Más Noticias