Asuntos & cuestiones

La jauría

El empeño por parte de los que nos van a gobernar en breve por que ETA ocupe las portadas de los diarios me indigna. Yo creía que la acción política miserable que siguió al atentado del 11- M habría hecho mella en la conciencia de algunos responsables del partido que aglutina a la derecha española. Con el dolor y la sangre de los ciudadanos no se comercia.
La obtención de un rédito político no puede pasar por encima de la ética elemental, del respeto a esas víctimas a las que utilizan políticamente abusando de su circunstancia y a las que inoculan constantemente el virus de la venganza y el rencor, enfrentándolas a enemigos que no lo son: rivales políticos, o colectivos de ciudadanos, como artistas a los que califican desde sus órganos de propaganda de "titiriteros proetarras".

Ahora que vivimos tiempos de esperanza y el terrorismo ocupa los lugares de cola en las preocupaciones de los ciudadanos, lo que supone la derrota de los que pretenden instaurar el terror, el Partido Popular en bloque, sin fisuras, se embarca en una brutal campaña de propaganda que engrandece a aquellos a los que supuestamente debería combatir, para acabar con la figura de Alfredo Pérez Rubalcaba. La maniobra es tan ruin y denota tal crueldad que define a los que la orquestan.
Es lógico que al imaginar un cara a cara entre Rajoy y Rubalcaba se aterroricen. Son conscientes de que ni humana ni políticamente están a la misma altura, pero eso no justifica que amañen el combate, y mucho menos resucitando y dando alas a los que asesinan a los españoles.

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