Asuntos & cuestiones

Resucitad

Pasada esta semana de recogimiento en la que todo el mundo está en la calle, y debido a la indiferencia por la apoteosis idólatra que la preside, me entrego a otro tipo de reflexiones que nada tienen que ver con la cuestión espiritual pero que están, como ella, muy relacionadas con los dogmas, por los que siento una especial aversión.
Uno muy peligroso, que se acepta de manera universal, afirma que la intervención del Estado va contra la libertad individual. Mantra de los neoliberales que deja al ciudadano a la intemperie mientras fuerzas misteriosas ejercen un poder sobrenatural sobre los mercados, incrementando nuestras deudas sin que podamos exigir explicación alguna sobre eso que llaman "calificaciones", como en el colegio, en función de las cuales mengua nuestro poder adquisitivo. Nos encontramos en un estado de examen permanente en el que no sabemos si cuentan sólo las buenas notas o también la conducta. Pero el Estado protector, que debería ejercer de filtro contra estos ataques del Imperio Ultramoderno Especulativo, se inhibe por imperativo legal para dejar paso a la libertad de expolio.

Debemos entregarnos, como el ciervo que a la fuente de agua fresca va veloz, a estos implacables depredadores causantes del quebranto general. No se debe oponer resistencia al signo de los tiempos, hay que aceptar el sacrificio.
Puede que en algún lugar remoto de la galaxia se produzca la resurrección de la Justicia y con su espada flamígera coloque a estos mercaderes en su sitio. Si no, tendremos que encargarnos nosotros. No hay otra.

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