Balagán

Eric Hobsbawm

El célebre historiador inglés Eric Hobsbawm cumplió 93 años el 9 de junio. Hobsbawm ha sido marxista desde su juventud y a pesar de los vuelcos que ha dado el siglo XX se ha mantenido fiel a esa ideología, utilizando en los numerosos libros que ha publicado las herramientas analíticas del marxismo. Al día de hoy, cuando el marxismo parece estar de capa caída, Hobsbawm es un bicho raro, aunque como muchos historiadores de todas las tendencias piensa que el mundo actual está sumido en una "crisis histórica". Él cree que el marxismo puede ser la solución.

En una entrevista con el diario Haaretz, Hobsbawm recuerda que entró en el Partido Comunista Británico en 1936, y que permaneció en el mismo hasta su disolución en 1991. De hecho, permaneció en el partido incluso durante la crisis de 1956, cuando se revelaron los crímenes de Stalin y se aplastó la revuelta húngara contra los soviéticos.

Desde los ochenta ha dedicado una parte considerable de su tiempo al estudio del nacionalismo desde un punto de vista marxista, algo que está muy relacionado con Israel. Sostiene Hobsbawm que el nacionalismo ha sido utilizado por las élites, "que han usado un pasado imaginado para justificar la imposición del nacionalismo en el presente". Y, en un gesto de autocrítica, ha dicho "Los historiadores somos al nacionalismo lo que los criadores de opio paquistaníes son a los adictos a la heroína: Les sumnistramos la materia prima para el mercado".

"Como marxista no albergo ninguna simpatía hacia ningún movimiento nacional, y esto incluye el movimiento sionista", ha dicho. Y ha añadido "Sin embargo, hemos de recordar que en Israel también existe un significativo movimiento de resistencia y de oposición a los crímenes del gobierno".

No obstante, y en contra de lo que afirma Hobsbawm, creo que la oposición que hay dentro de Israel es muy reducida. Desde fuera esa puede ser la impresión que se obtenga leyendo la prensa, pero la opinión de Hobsbawm no se corresponde con la realidad social israelí. Parte de la culpa la tenemos los periodistas que con mucha frecuencia nos hacemos eco, y amplificamos, una oposición que en realidad es muy limitada.

Los indicios de cara al futuro son realmente preocupantes. No es muy prometedor, por ejemplo, el experimento de las "elecciones legislativas" que se celebraron el año pasado en diez institutos de enseñanza media de Israel, entre el alumnado adolescente. La victoria incontestable fue para Avigdor Lieberman, que, aunque no le guste a Hobsbawm, es uno de los políticos más nacionalistas del rico abanico nacionalista israelí.

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