Balagán

Antisemitismo en Europa

Algunas instituciones israelíes, estadounidenses y europeas señalan que en Europa está resurgiendo el antisemitismo. Seguramente existe una relación directa entre gran parte del antisemitismo europeo contemporáneo y el comportamiento de Israel, y esta relación la aprovechan los sionistas de tres maneras: incrementando la emigración de judíos europeos a Israel, generando simpatía hacia su causa y desautorizando de raíz cualquier crítica al Estado judío que se produce en el extranjero.

El Instituto para la Investigación Interdisciplinaria de Conflictos y Violencia de la Universidad de Bielefeld, en Alemania, ha publicado uno de los numerosos estudios que se han realizado en Europa sobre el antisemitismo recientemente. El 45,7 de los europeos consultados dijo que estaba de acuerdo con la siguiente frase: "Israel está conduciendo una guerra de exterminio contra los palestinos". Que casi la mitad de los europeos suscriba la citada frase parece sorprendente, aunque se ha de tener en cuenta que el estudio se realizó poco después de la invasión de Gaza que dejó más de 1.300 palestinos muertos, la mayoría civiles, incluidos cientos de niños.

Los dirigentes israelíes saben perfectamente que sus intervenciones militares, incluso las más exageradas, como la de Gaza del año pasado, no contribuyen a proyectar una buena imagen del país, y de los judíos en general, y sin embargo arrasan de una manera desproporcionada a libaneses y palestinos cada vez que encuentran una ocasión. La relación entre lo que hace Israel y la percepción que se tiene en Europa de los judíos en general es, en gran medida, una relación directa, como queda de manifiesto en el estudio citado, donde el 37,4 por ciento de los europeos también se mostraron de acuerdo con la siguiente frase: "Considerando la política de Israel, puedo entender por qué a la gente no le gustan los judíos".

Pese a todo, se ha de procurar distanciar la crítica de Israel de la crítica generalizada de los judíos europeos. Muchos no comparten el comportamiento de Israel ni lo justifican. Al contrario, denuncian los excesos continuos que comete Israel y a veces se sienten marionetas en las manos de un gobierno, el israelí, que les parece tan ajeno como nos lo puede parecer a los no judíos. Esto no significa que, al mismo tiempo, el miedo al antisemitismo deba silenciar las críticas a la ocupación, como pretende el gobierno israelí.

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