Balagán

Nueva estrategia

El yate francés Dignité-Al Karame fue interceptado ayer por la marina israelí a 40 millas de la costa de Gaza. Era la única embarcación que quedaba de las diez que en un principio integraban la Segunda Flotilla de la Libertad, la única que pudo poner rumbo a Gaza, aunque hoy sus diez activistas, la mayoría franceses, tres periodistas y tres tripulantes, están en el puerto israelí de Ashdod a la espera de ser deportados cuanto antes sea posible.

Los activistas occidentales que luchan contra el bloqueo de Gaza han querido mostrar a Israel que no se han rendido, pese a la amarga experiencia del año pasado, que se saldó con nueve activistas turcos muertos.

Una vez dicho esto, está claro que tendrán que repensar qué hacen el año que viene. Después de lo ocurrido con la Segunda Flotilla, es previsible que si no hay novedades pase lo mismo con la Tercera, si es que hay tercera.

El punto más adverso de la aventura ha sido la decisión de las autoridades griegas de prohibir que zarparan de El Pireo las embarcaciones a principios de julio. Pero sobre todo, lo más grave fue la inexistente reacción de los gobiernos europeos, de donde procedían el grueso de los 300 activistas. Ningún país protestó la decisión griega, lo que sugiere entre Atenas y el resto de las capitales occidentales hubo un entendimiento tácito en beneficio de Israel una vez más.

Cabe insistir en que eso ocurrió a principios de julio, cuando los griegos estaban negociando con los socios europeos la refinanciación de su deuda, lo que sugiere que la posición de Grecia en ese momento era muy débil. En cualquier caso, lo que está claro es que los activistas tendrán que cambiar de estrategia el año que viene para evitar que los gobiernos europeos sigan defendiendo a Israel de una manera que indica que los derechos de los palestinos ni siquiera se consideran en Europa.

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