Balagán

Los intereses de Israel

Ciertamente la comunicación entre Obama y Netanyahu no es fluida. En su última columna, el periodista americano Jeffrey Goldberg, de Bloomberg, que a menudo es utilizado por la Casa Blanca para enviar mensajes a Israel, da cuenta del malestar del presidente americano con respecto a Netanyahu.

Goldberg cuenta que cuando le comunicaron, hace unos días, el último anuncio israelí de construir millares de viviendas para colonos en la zona E-1 de los territorios ocupados, Obama ni siquiera llegó a enfadarse. El presidente se limitó a decir que Netanyahu "no sabe qué es lo que más le interesa a Israel", y según Goldberg, estas mismas palabras las ha repetido en varias conversaciones privadas durante la última semana.

Mi opinión es que Netanyahu, contrariamente a lo que piensa Obama, sí que sabe lo que hace y ha sopesado muy bien cuáles son los intereses de Israel. Su desenfrenada política de construcción en los territorios ocupados, y particularmente en el área de Jerusalén, no obedece a una rabieta momentánea. Es una actitud que anida profundamente en la cabeza de Netanyahu y ha sido consistente durante su mandato como primer ministro; es el resultado de una honda reflexión del primer ministro.

Obama, dice Goldberg, cree que Netanyahu está llevando a Israel a un aislamiento internacional. Pero de nuevo aquí hay que decir que Netanyahu sabe lo que hace y, por más irónico que pueda parecer, será finalmente el propio Obama quien saque del fuego las castañas de Netanyahu y quien impida el aislamiento internacional de Israel.

Aunque no lo vea Obama, Netanyahu entiende muy bien cuáles son los intereses de Israel, del Gran Israel que él persigue y que persiguen la mayoría de los israelíes, como va a quedar claro en las elecciones del día 22.

Netanyahu quiere consolidar a toda costa la ocupación, especialmente en Jerusalén, y lo demás lo trae al pairo. Y sabe que la comunidad internacional no adoptorá ninguna medida de peso para contrarrestar su política de hechos consumados, diga lo que diga Obama. Netanyahu está en ese camino y nadie lo va a sacar de él.

Y activa o pasivamente Obama va a contribuir a esa expansión, que no le quepa duda. De hecho, ya lo está haciendo.

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