Balagán

Acoso

Suhad, una maestra árabe israelí de 25 años, que enseña árabe en un colegio judío de Ramat ha-Sharon, acudió el miércoles a Jerusalén a presentar sus condolencias a la directora de la escuela, cuya madre falleció recientemente.

Viajaba junto a otra maestra israelí judía. Condujeron el coche hasta su destino en el barrio de Kiryat Moshe, en el sector judío de la ciudad, y nada más llegar fueron atacadas por dos jóvenes de 15 y 16 años. Los jóvenes vieron que Suhad se cubría la cabeza con un pañuelo al estilo musulmán e inmediatamente empezaron a apedrearlas.

Rompieron el cristal posterior del coche y les pincharon las ruedas. A la maestra judía le increparon diciéndole "Tú eres amiga de una árabe" así como insultándola y tirándole piedras, botellas de agua y naranjas. Las maestras intentaron hablar con los jóvenes pero sin ningún resultado.

La policía israelí ha dicho al Yediot Ajronot que en el último año ha habido "un incremento sustancial de acciones de 'venganza' (tag mejir) en el área de Jerusalén por parte de elementos de la derecha radical contra lugares relacionados con el islam y el cristianismo".

Los incidentes de este tipo -incluidos sendos ataques contra dos monasterios- han sido de 56 por lo menos durante el año pasado, aunque hay muchos que no se denuncian. La policía dice que va a crear una unidad específica para hacer frente al fenómeno.

El periodista Guideon Levy mencionaba ayer en Haaretz la media docena de ataques que han ocurrido en la última semana. Un empleado de limpieza árabe fue atacado en Tel Aviv y se le causaron heridas graves. Un camarero árabe fue atacado en Tel Aviv por un grupo de clientes con sillas y a puñetazos sin que mediara ninguna provocación. A un árabe de Nazaret le atacaron en el Mar de Galilea al escucharle hablar en árabe. Aficionados del equipo de fútbol Beitar de Jerusalén, conocido por su orientación derechista, incendiaron unas dependencias del club en protesta por el fichaje de dos jugadores musulmanes extranjeros. Cientos de aficionados del mismo club abandonaron la semana pasada el estadio a mitad de partido después de que uno de estos jugadores, de su propio equipo, marcara un gol. Un grupo de adolescentes israelíes judías golpearon esta semana a una chica árabe en el tranvía de Jerusalén.

Cuando la policía preguntó a un aficionado del Beitar por qué había incendiado dependencias del club para protestar por el fichaje de los dos jugadores musulmanes, el aficionado respondió que el fichaje "va en contra de la educación que he recibido".

En este contexto no basta con la policía diga que va a crear una unidad específica para combatir el fenómeno. Es necesario que por lo menos cambien los parámetros educativos en las escuelas israelíes con el fin de atajar el odio creciente que se respira por todas partes.

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