Balagán

Elecciones en Siria

Es ridículo pensar que en una situación como la actual Siria pueda celebrar elecciones; sin embargo, Damasco ha convocado elecciones presidenciales para el 3 de junio.

En los últimos meses el régimen ha llevado adelante una ofensiva militar considerable que le ha permitido recuperar amplias zonas del país. Ahora mismo se están produciendo duros enfrentamientos en Homs, una ciudad estratégica situada en el centro del país donde los rebeldes se han hecho fuertes.

El ejército los está acosando y puede ser que los cientos de milicianos que todavía permanecen en Homs sean derrotados en cuestión de días.

Los milicianos, en un intento desesperado de hacer frente al ejército, han accionado varios coches bomba, pero según informan algunas agencias se encuentran sin moral y prevén que la caída de Homs se aproxima.

La guerra que en los tres últimos años ha causado unos 150.000 muertos ha experimentado un giro a favor del régimen, pero eso no significa que vaya a terminar pronto o que puedan celebrarse elecciones.

Hay más de seis millones de desplazados y refugiados que no podrán votar. Pero además, amplias zonas, especialmente en el norte, siguen bajo el control de los rebeldes, que lógicamente no permitirán que se celebren los comicios.

Esto significa que solo se podrá acudir a las urnas en las zonas que controla el régimen.

El parlamento sirio ha aprobado una ley que exige que cualquier candidato haya residido en el país durante los últimos diez años, de manera que ha descartado a todos los políticos que residen en el exilio.

El único que cuenta con posibilidades reales es Bashar al Asad, que sin duda obtendrá el 3 de junio su tercer mandato.

Está claro que las elecciones no serán libres. Los americanos ya las han calificado de "parodia". El país sencillamente no está preparado para unas elecciones y todo indica que la guerra no va a terminar de un día para otro: ni el régimen ni los rebeldes, que en su mayoría son menos de fiar que el régimen, están dispuestos a ceder.

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