Balagán

Europa y Gaza

Una alta funcionaria del Foreign Office ha enviado al primer ministro David Cameron una carta de dimisión. Considera que la política del Reino Unido con respecto a la situación en Gaza es equivocada y dice que prefiere estar en paz con su conciencia antes que acatar las directrices del gobierno.

La funcionaria no entiende por qué un país como el Reino Unido presiona a los palestinos para que no denuncien la ocupación y las tropelías derivadas de la ocupación ante los tribunales de justicia internacionales, algo que, en su opinión, está en flagrante contradicción con las directrices del gobierno.

Es cierto que el Reino Unido está revisando la venta de armamento a Israel. Sin embargo, todo indica que se trata, una vez más, de una decisión dirigida a la galería y que pronto va a quedar en el olvido.

No es ni mucho menos la primera vez que Israel arrasa los territorios palestinos o Líbano, y en alguna ocasión ya se ha "revisado" la venta de armas al Estado judío, pero ha sido siempre una decisión puntual y temporal que se ha levantado a los cuatro días. Se trata de un juego en el que los mandatarios europeos son maestros. Y no cabe duda de que volverá a repetirse tantas veces como Israel vuelva a arrasar a sus vecinos.

Como son otro juego cínico las declaraciones que hizo el presidente François Hollande el lunes, cuando calificó lo ocurrido estos días en Gaza de "masacre". Pero Hollande simplemente hablaba por hablar puesto que si realmente fuera en serio tendría delante una gran variedad de opciones para aplicar, incluida la de presionar a los palestinos para acudir a la Corte Internacional de Justicia.

No se trata solo de que la política de Europa esté errada en relación con la guerra de Gaza, sino que la política de la UE es completamente contraria a un acuerdo de paz entre los palestinos e Israel.

Con gran cinismo la UE alimenta en Ramala un régimen artificial que se humilla voluntariamente a diario ante Israel y Estados Unidos y que se limita mantener a la población palestina de Cisjordania anestesiada mediante euros y dólares que necesariamente acaban en los bolsillos de Israel puesto que a los palestinos no se les permite comerciar directamente con nadie más.

Mientras las cuestiones relativas a la ocupación no se resuelvan, las cosas irán de mal en peor, como viene ocurriendo desde la Conferencia de Madrid de 1991. La responsabilidad de esta situación recae muy especialmente en la Unión Europea, y en sus líderes, que simplemente se limitan a seguir el juego de Israel en todo y cada uno de los aspectos de conflicto.

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