Un tribunal israelí autorizó ayer la celebración de una manifestación de protesta contra la boda que tuvo lugar anoche entre un musulmán de Yafa, un barrio de Tel Aviv, y una mujer judía, también de Yafa, convertida al islam.

La mujer, Morel Malha, se ha visto forzada a convertirse al islam porque de otra manera no habría podido casarse con Mahmud Mansur, ya que Israel no admite los matrimonios mixtos, es decir entre dos personas de distinta religión.

Esta cuestión que en Europa sería completamente inadmisible es así, sin embargo, en Israel. Bastaría que los europeos tomaran cartas en el asunto para atajar la prohibición de los matrimonios mixtos en Israel, pero los europeos tienen otras muchas cosas más importantes que hacer antes que ocuparse de una cuestión tan banal, aunque todo el mundo sabe que estamos en el año 2014 y no en la edad media.

El caso es que el tribunal de la localidad de Rishon Letzion ha permitido que una organización claramente racista organice una protesta contra el matrimonio, aunque no en las narices de los contrayentes, sino "a 200 metros" de distancia, un detalle que es de agradecer. Los novios contrajeron anoche matrimonio en medio de fuertes medidas policiales.

Volviendo a Europa, ¿piensa alguien que un tribunal europeo permitiría una manifestación similar? Es algo inconcebible en el viejo continente, pero no así en Israel, un país que se presenta como europeo pero que nunca ha solicitado su ingreso en la UE por la sencilla razón de que tendría que aceptar las leyes europeas, lo que probablemente supondría el desmoronamiento inmediato del Estado judío tal y como ha sido concebido.

La organización que preparó la protesta responde al nombre de Lehava (Organización para la Prevención de la Asimilación (judía) en Tierra Santa"). Desde que tuvo noticia de la boda, la organización ha acosado a la novia, al novio y al restaurante donde se celebró el ágape. Pero lo más simpático ha sido la declaración que ha hecho su abogado al conocer la decisión del tribunal.

El abogado de Lehava, Itamar Ben Gvir, ha dicho : "Esta es una victoria importante para la libertad de expresión. Hoy hemos enseñado a los izquierdistas el significado de la democracia".