Balagán

Voces discordantes

Esta semana el Parlamento español discutirá sobre el reconocimiento de Palestina, y en Israel han aparecido en los últimos días dos documentos que están relacionados directa o indirectamente con esta iniciativa.

Uno se publicó el viernes y está firmado por tres exministros, numerosos profesores y numerosos militares de la reserva, incluidos varios generales. En total más de medio millar de israelíes que piden al Parlamento español que reconozca a Palestina.

La otra iniciativa, que se publicó ayer, contiene la firma de más de un centenar de exoficiales del ejército, de la policía y de los servicios de inteligencia. La mayoría son militares que han combatido en varias guerras y que ahora se dirigen al primer ministro Netanyahu para instarle a que negocie con los palestinos.

Son voces discordantes, y no puede negarse que muchas de ellas son voces cualificadas; ahora bien, su peso en la sociedad israelí es mínimo, y hasta se podría decir que insignificante en la práctica.

Ciertamente, en una sociedad como la israelí, que está ahogada por dos fuertes vectores cada vez más poderosos, el religioso y el nacionalista, estas voces tienen mucho mérito, pues los firmantes saben que se arriesgan a ser señalados y ninguneados.

Sin embargo, ya se puede adelantar que no tendrán ningún efecto. De hecho, hay decenas de millares de militares y exmilitares, de profesores y exprofesores, y quienes han firmado esos documentos, aunque sean muy valientes, apenas constituyen una ínfima fracción de la sociedad.

Cualquiera que siga de cerca lo que ocurre en este país debe comprender que una solución al conflicto, es decir poner punto y final a la ocupación, es algo que no saldrá de dentro de Israel, y que solo se podrá coronar mediante una fuerte presión de la comunidad internacional.

Desgraciadamente, la comunidad internacional permanece con los brazos cruzados.

No sabemos todavía qué decidirá el Parlamento español, pero sí sabemos que como mucho será una decisión simbólica como tantas otras y que carecerá de repercusión sobre el terreno.

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