Balagán

La UE sigue jugando con los palestinos

Varios medios israelíes adelantaron ayer sus comentarios sobre el encuentro que hoy mantendrán en Bruselas los ministros de Exteriores de la Unión Europea, en el que abordarán de nuevo el conflicto israelo-palestino.

Está previsto que los 28 aprueben un documento que insta a los países miembros a distinguir claramente entre Israel y los territorios ocupados en todos los acuerdos que se firmen con el Estado judío.

Sin duda, es un segundo paso que debe añadirse al que recientemente adoptó Bruselas cuando decidió etiquetar los productos fabricados en las colonias judías.

Pero es un paso que insuficiente y que llega muy tarde, sin contar con que dentro de Europa hay países de mucho peso que aceptan y conviven sin problemas con la ocupación y que con su actitud pasiva la fomentan.

Sin embargo, el documento que está previsto que apruebe hoy la UE preocupa en Israel puesto que sus dirigentes temen que dé paso a nuevas sanciones. Pero estas posibles sanciones no han llegado ni nadie garantiza que vayan a llegar.

En Israel existe un consenso casi total que argumenta que las medidas que puede adpotar la UE serán "anti-israelíes". Ellos plantean la cuestión en estos términos aunque es evidente que las medidas son "anti-ocupación" y no tienen nada de "anti-israelíes".

La economía israelí seguirá funcionando igual con el etiquetado de los productos de las colonias. De hecho, hay economistas que han indicado que la venta de productos israelíes ha aumentado en Europa desde la aprobación del etiquetado ya que existe un gran número de israelíes y simpatizantes de Israel que viven en Europa. Al parecer, el etiquetado ha tenido un efecto contrario al deseado.

Por este motivo es sorprendente que el primer ministro Benjamín Netanyahu dijera la semana pasada, en una reunión con los diputados del Likud, que "no es una crisis pequeña" la que se avecina con Europa.

El ministro de Ciencia, Espacio y Tecnología, Ofir Akunis, que ayer inauguró un nuevo centro de investigación en la colonia de Ariel, ha sido bastante claro: "Desde aquí, la ciudad de Ariel, quiero enviar a los ministros de la UE un mensaje: Ningún paso o decisión que vosotros toméis nos sacará de nuestra tierra".

En realidad, la resolución del conflicto no depende de Estados Unidos sino de Europa. Lo lamentable es que que Bruselas siga jugando al gato y al ratón y no adppte cuatro medidas que en cuestión de días resolverían el conflicto sin causar perjuicio a nadie, ni siquiera a Israel.

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