Balagán

Netanyahu arremete contra Irán (otra vez)

Israel ha endurecido su discurso contra Irán, un fenómeno que va en aumento paulatinamente desde la salida de Barack Obama de la Casa Blanca.

La última carga ha corrido a cargo del jefe del Mossad, Yossi Cohen, quien este domingo ha informado al gobierno de los últimos desarrollos del conflicto entre los dos países.

La credibilidad de Yossi Cohen no es mucha en lo tocante a Irán, máxime si tenemos en cuenta que su antecesor en el cargo, Tamir Pardo, declaró no hace tanto que el peligro iraní no era tan grande como lo pintan.

Pero Cohen está más en sintonía con Benjamín Netanyahu, y es sabido que que Irán es una obsesión de Netanyahu.

Quizá no sea tanto una obsesión como una jugada ganadora, al servicio de los intereses de Israel, principalmente porque Irán es la obsesión, esta vez sí, una obsesión real, de los países suníes de la región empezando por Arabia Saudí.

De manera que el principal objetivo de las críticas de Israel hacia Irán son esos miedosos países suníes con los que Israel mantiene unas relaciones cada vez más florecientes.

No es de extrañar que Yossi Cohen haya señalado las actividades de Teherán en Siria, Líbano, Irak y Yemen como un gran peligro para la zona, y que su comparecencia ante el gobierno de Netanyahu se haya dififundido en los medios de comunicación israelíes por todo lo alto.

El mensaje del gobierno israelí se dirige a esos países suníes que constituyen el principal problema de la región y a los que Israel alimenta con su mano y con la mano de Estados Unidos.

Hay una cosa que no está del todo clara: saber si Israel está en contra del tratado de limitación nuclear que Obama firmó con Teherán o no. Por supuesto, Israel dice que está en contra públicamente, aunque algunos altos cargos israelíes, con Tamir Pardo a la cabeza, han sostenido que es bueno para los intereses del estado judío.

Da la impresión de que Netanyahu quiere mantener la tensión con Irán al máximo, puesto que de esta manera saca su ganancia. Quizá está buscando más sanciones contra Irán pero no la cancelación del acuerdo.

El presidente Donald Trump sostiene que Teherán no respeta el espíritu del acuerdo nuclear, pero habrá que esperar para ver hasta dónde está dispuesto a llegar con sus amenazas.

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