Bulocracia

Si todos los chinos saltaran a la vez...

Este bulo no llegó con Internet, aunque podamos encontrarlo también en la Red desde sus orígenes. Es un mito con mucha solera que ya escuchaba yo de niño, y de eso han pasado décadas. El planteamiento es que "si todos los chinos saltaran a la vez, alterarían el eje de rotación de la Tierra", o "cambiaría la órbita", provocando devastadores terremotos e incluso la destrucción del planeta en versiones más extremas. Hay matices, pero lo de alterar la rotación, de alguna manera u otra, es común a todas. Es un clásico.

La ciencia, sin embargo, coincide en que todo esto es tontería por múltiples razones. La primera porque a ver cómo pones de acuerdo a los más de 1.400 millones de chinos actuales para que brinquen al mismo tiempo, suponiendo que todos pudieran hacerlo, que tampoco. Ignoramos también si los cerca de once millones de chinos que el Gobierno del país asiático dice que viven fuera del país tendrían que saltar igualmente, aunque solo fuera por solidarizarse con sus compatriotas locales. Pero sería lo de menos.

Este manido mito lo desmonta la ciencia mencionando el peso total de la Tierra, que sería de casi seis mil trillones de toneladas, un 6 y 24 ceros. Así, atribuyendo a cada ciudadano chino un peso de 100 kilos, mucho más de lo que atesora la mayoría, con el salto de 1.400 millones de personas al mismo tiempo el peso que impactaría sobre la Tierra sería de 140.000 millones de kilos, que puede parecer muchísimo, pero no lo es tanto como para causar estragos a todo un planeta que 'pesa' diez billones de veces más que todos los humanos juntos.

Esto hablando coloquialmente, puesto que en realidad la Tierra no tiene peso. El peso de las cosas es la fuerza de gravedad con que el planeta atrae su masa, por eso no pesaríamos lo mismo en otro planeta. La Tierra no puede atraerse a sí misma, pero el ejemplo se entiende por sus cifras contundentes.

Así lo explica el doctor en biología e investigador del CSIC Daniel Closa en su libro 100 mitos de la ciencia. Es más, no hace falta que sean los habitantes de China los que salten; es el país más poblado de la Tierra, pero no el de mayor densidad e igual se dan cientos y cientos de kilómetros de China donde no salta nadie.

Parece que para que un impacto de mucho peso pudiera hacerle daño a la bola terráquea habría que coger carrerilla. Es decir, tener en cuenta también la velocidad, no solo la masa. El golpe de un cuerpo pesado a gran velocidad procedente del exterior de la atmósfera sí podría resultar desastroso. Habría que preguntarle a los dinosaurios. Pero por mucho que saltasen los humanos al unísono, fuera cual fuera su nacionalidad, la Tierra continuaría tal cual.

Alterar la órbita de la Tierra no es fácil, por mucho que los chinos quisieran confabularse para hacerlo. La única posibilidad que tendrían sería que millones de ellos saliesen al espacio y se lanzaran a toda velocidad contra algún lugar del planeta para impactar lo bestia. Y no parece factible y tampoco práctico.

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