Buzón de Voz

Un mensaje dirigido a los "pollos sin cabeza"

Corren últimamente océanos de tinta y torrentes de oratoria sobre una solemne obviedad: el Gobierno está en minoría en el Parlamento. Incluso un sesudo analista que aspiraba a altísimos honores en la Administración de Zapatero describía hace tres días en El País la soledad gubernamental con la muy diplomática metáfora del "pollo sin cabeza". En un alarde de originalidad, copiaba la argumentación de la derecha para denunciar que "ha fracasado la pretensión de desarrollar una política de comunicación con mucha comunicación y ninguna política". Este pollo (¿con cabeza?) no mencionaba en ningún momento el origen de esa debilidad parlamentaria, que no se ha producido por esporas ni por los resultados de las elecciones europeas.

Como hasta los pollos sin cabeza saben, el Gobierno podría tener un apoyo estable para toda la legislatura si los socialistas hubieran aceptado pactar en Euskadi con el PNV, que consiguió más votos en los últimos comicios autonómicos. Zapatero respetó la decisión del PSE de mantener la coherencia de su discurso en el País Vasco, aun a sabiendas de que se complicaba muchísimo la acción de Gobierno en mitad de la crisis económica.
Sólo el tiempo dirá si esta apuesta política da los frutos deseados para el PSOE en Euskadi y para todos los ciudadanos en el objetivo de una paz definitiva. Lo que desde luego no había hecho el Gobierno es "mucha comunicación" sobre el origen de su soledad parlamentaria. Hasta ayer. Sin previo aviso, Zapatero decidió dar a su encuentro con el lehendakari Patxi López una escenografía cercana a la que se ofrece a un jefe de Estado. A lo mejor de esta forma hasta los pollos se enteran de las razones de la debilidad parlamentaria.

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